¿Una buena conexión wifi? ¿Disfrutar de Netflix, HBO y similares? Estamos de acuerdo, todo esto es necesario para mantener una cuarentena saludable, al menos en el apartado psicológico. Tampoco estará de más hacer un poco de deporte en casa o alguna actividad para mantenerte en forma, pero si estás obligado a teletrabajar, hay un ‘gadget’ en el que sin dudarlo te convendrá invertir: una buena silla.
Puede que no seas consciente de ello, pero salvo que tengas un buen equipamiento en casa, tu espalda puede darte un buen susto en unas semanas una vez que pase el confinamiento. Y esto es especialmente aplicable para quienes se llevan la portátil de la oficina a casa.
Invierte en una buena silla
De la noche a la mañana, muchos trabajadores se han visto encerrados en casa colocando sus laptops en una mesa (o peor aún, sentados en el sofá) y trabajando durante largas horas. Lo primero que explican los expertos en la materia es en dar la suficiente importancia a la postura. ¿Cómo saber si estamos trabajando adoptando una postura correcta? Los expertos lo tienen claro: la clave reside en alinear la vista con la pantalla de la computadora en línea recta (o lo más recta posible) y, sobre todo, en una silla que nos facilite mantener una postura de la espalda recta.
Un inesperado sector que ha visto sus ventas disparadas es precisamente el de las sillas ergonómicas, tal y como recoge Bloomberg. Las ventas de este producto han crecido en torno a 150 por ciento únicamente en Estados Unidos. Y esto no ha hecho más que comenzar.
¿Por qué es importante invertir en una buena silla? La respuesta nos la pueden dar los gamers, que son posiblemente el perfil de usuario que pase más horas delante de la computadora. De hecho, la sillas dedicadas para este perfil de usuario son las que mejor protegen las espaldas de los trabajadores porque permiten una configuración a demanda de las posturas y porque cuenta con respaldo más allá de la espalda, incluyendo la cabeza y los brazos.
Cuidado con las laptops
No obstante, de poco te servirá contar con una buena silla si sigues trabajando con el cuerpo encorvado para poder mirar la pantalla de tu computadora portátil. Si trabajas con una laptop, como lo hace la mayoría de los teletrabajadores, lo primero será elevar la pantalla a una altura lo más cercana a tus ojos, y para ello puedes optar por comprar una base o bien colocar unos libros o algo debajo de la computadora que eleve la pantalla y la alinee con tus ojos. Evidentemente, lo siguiente que deberás adquirir es un teclado y ratón o trackpad externos. Una vez hayas elevado la pantalla de la computadora, tu atención debe centrarse en mantener la espalda recta y es aquí donde entra en juego una buena silla.
El principal problema a la hora de elegir una buena postura en la silla es la estatura: no es lo mismo una altura de 1,60 metros que 1,95 metros. Por fortuna, las principales sillas tienen en cuenta esta circunstancia permitiendo adaptar la silla a las distintas configuraciones. Y no creas que se trata de un problema menor: estudios revelan que el 85 por ciento de los trabajadores confiesan no sentirse cómodos con las sillas de sus oficinas, y esto lo puedes solucionar en casa. Con todo, todos están de acuerdo en un consejo para los teletrabajadores: jamás y, bajo ningún concepto, caer en la tentación de trabajar desde el sofá. Puede parecer cómodo y mullido al comienzo, pero acabará por destrozar tu espalda al verte obligado a forzar la postura.
Cómo elegir la silla perfecta para tu despacho en casa
Como hemos apuntado, todo depende de tu estatura: aunque la mayoría de los modelos permiten ajustar en altura las sillas, asegúrate de que tu modelo cuenta con algún control neumático para elevarla o descenderla hasta adaptarse a tu estatura. Una postura correcta mantendrá tu espalda en línea recta y permitirá una correcta circulación sanguínea sin hacer ningún esfuerzo extra; si notas que estás forzando algún músculo para mantener la posición recta, algo está mal configurado en la silla.
Es importante, asimismo, asegurarte de que la silla cuenta con la suficiente distancia de soporte entre tus caderas y tus rodillas; esto contribuirá a repartir mejor el peso del cuerpo en la misma y evitar que debas forzar algún músculo para mantener la postura correcta. Tampoco de olvides de comprobar que la silla a comprar cuenta con soporte lumbar, y asegurarte de que la superficie es mullida y transpirable (o por lo menos que no te achicharres en los calurosos días de verano).