Uno de los grandes misterios que dejó la proyección de The Rise of Skywalker fue la reaparición en gloria y majestad del jefe máximo de los sith, Palpatine.
El emperador que había sido destrozado en el episodio VI por Darth Vader, esta vez se encuentra refugiado en el oscuro mundo de Exegol y hasta ahí llega Kylo Ren para urdir el plan final contra los rebeldes.
Entonces, ¿cómo es que Palpatine logra sobrevivir tras su supuesta muerte en The Return of the Jedi? La respuesta parece estar bastante más atrás en la cronología.
Resulta que según el libro oficial Star Wars: The Rise of Skywalker , escrita por Rae Carson, y que saldrá a la venta el 17 de marzo, se cuenta que la verdadera razón de la «eternidad» del emperador se encuentra en el planeta Kamino, ese mismo donde se armó el ejercito de clones para la República.
Ahí, en ese territorio que alguna vez visitara Obi Wan-Kenobi, Palpatine se nutrió de información para abordar la técnica que le daría inmortalidad en otro cuerpo y sosteniendo su espíritu.
Acá un fragmento del libro:
«Todos los tubos estaban vacíos de líquido, excepto uno, que estaba casi agotado. Kylo miró más de cerca. También había visto este aparato antes, cuando estudió las Guerras Clon cuando era niño. El líquido que fluía hacia la pesadilla viviente ante él estaba librando una batalla perdida para sostener la carne podrida del Emperador.
«¿Qué podrías darme?» Kylo preguntó. El emperador Palpatine vivió, de una manera, y Kylo podía sentir en sus huesos que este cuerpo clon abrigaba el espíritu real del emperador. Sin embargo, era un recipiente imperfecto, incapaz de contener su inmenso poder. No podría durar mucho más».
Seguramente para los más puristas no será una explicación que los dejará conformes, pero se acerca bastante también a lo observado en la nueva trilogía con el artificial Líder Supremo Snoke: creaciones realizadas a partir de cuerpos putrefactos y que sólo son habitadas por espíritus malignos.
En síntesis, el único malo de carne y hueso que quedaba en esa película era Kylo Ren, que ya sabemos cómo terminó.