Una discusión que se está tomando la agenda en la tecnología es sobre la famosa obsolescencia programada. En palabras sencillas: tus equipos antiguos dejan de recibir actualizaciones de software y empiezan a quedar inutilizables, ya que las aplicaciones requieren nuevas configuraciones y características, lo que te obliga a comprar los más nuevos.
Y todo esto que está en la delgada línea roja de los derechos del consumidor sumó otro capítulo determinante, ya que Sonos confirmó que la tendencia llegó para quedarse.
I've been "investing" in @Sonos since 2007. Now they want to cripple my WHOLE Sonos ecosystem and obsolete the rest of my devices!
Do they really think a few years later I will now buy a whole new £3000+ system from them again?
Absolutely NOT! Never again!#boycottSonos pic.twitter.com/wX7DCd0fsX
— Mats B. Pettersen (@matsbpe) January 22, 2020
En un comunicado en un blog oficial, la empresa confirmó que varios equipos anteriores a 2015 quedarán sin actualizaciones.
«El próximo mayo (de 2020), nuestros Zone Players, Connect y Connect: Amp (lanzado en 2006; incluye versiones vendidas hasta 2015), Play: 5 de primera generación (lanzado en 2009), CR200 (2009) y Bridge (2007) ya no recibirá actualizaciones de software o nuevas funciones», señaló el texto firmado por el CEO de Sonos, Patrick Spence.
«Hemos llegado a un punto en el que algunos de los productos más antiguos han extendido a sus límites técnicos en términos de memoria y potencia de procesamiento», aclaró. «Sin nuevas actualizaciones de software, el acceso a los servicios y la funcionalidad general de su sistema de sonido eventualmente se verán afectados, especialmente a medida que los socios evolucionan en sus tecnologías», añadió.
Soluciones que ofrece Sonos
Ante tal escenario, Sonos está trabajando en dos soluciones para sus clientes:
- Opción 1: continúa usando estos productos, reconociendo que su sistema ya no recibirá actualizaciones de software y nuevas funciones.
- Opción 2: cambia a un nuevo producto Sonos con un crédito del 30 por ciento por cada producto que reemplace.
De hecho, si el usuario decide por la segunda opción, según la compañía, estaría ayudando al medioambiente con una campaña de reciclaje.