Vaya momento el que estará viviendo Samsung (sí, Samsung) al descubrir que, tras haber iniciado la mecha de las pantallas plegables, otros se están llevando el protagonismo, y con razón. El Galaxy Fold se perdió en una extraña maraña de problemas y complicaciones que relegaron el terminal a una esquina para early adopters y adinerados que pudieran darse el capricho. Menos mal que ha llegado Motorola para recordarnos que se pueden hacer auténticas maravillas con la tecnología de las pantallas plegables, e incluso ha ido mucho más allá reimaginando por completo el concepto de telefonía. Lo mejor del asunto es que todo esto lo ha logrado a partir de un diseño presuntamente caduco: demos la bienvenida al nuevo Motorola Razr.
Viejas formas, nuevos usos
Está claro que lo retro no solo nos gusta, sino que nos vuelve literalmente locos. En este sentido, Nokia revivió con gran éxito el 3110 y precisamente de aquella época es el Motorola Razr, el que fuera primer teléfono móvil para toda una generación. No quedaba nada de este dispositivo en el mercado actual: ni el chasis tipo flip phone (cuerpo plegable) ha pervivido ni, por descontado, ese diseño tan peculiar y característico. Es posible que Motorola fuera visionaria o tal vez que se dejara guiar únicamente por criterios de usabilidad, pero lo cierto es que el diseño del Razr se sentía genial en los bolsillos.
Siendo plegable, el dispositivo ocupaba realmente poco una vez doblado y al extenderse mostraba en todo su esplendor el teclado (físico, por aquel entonces) y la pantalla. Ahora bien ¿y si se tocara con una varita mágica este dispositivo y se le aplicaran como por arte de magia todos los avances tecnológicos de la actualidad? Eso es lo que parece haber hecho el mítico fabricante, proponiendo una mezcla gloriosa entre un formato que nunca nos dejó de gustar y muchos extrañaban, y una tecnología de punta que pocas marcas sabían exprimir.
La pantalla plegable… ahora sí
Si te soy sincero, con las pantallas plegables he tenido siempre una extraña sensación: el grueso de los fabricantes se ha tomado como un reto, casi personal, desarrollar una pantalla flexible sin tener en cuenta un detalle fundamental ¿Para qué sirve realmente? Y si estás pensando en un teléfono que plegado ocupa poco, pero que extendido se convierte en una clase de tableta, ese planteamiento puede encajar siempre y cuando sea realmente útil. Con el Galaxy Fold en nuestras manos lo hemos visto claro: la pantalla del exterior dispositivo (cuando está plegado) es como masticar aire, no sirve para nada.
Sin embargo, Motorola sí nos ha mostrado un uso muy prometedor de esta combinación entre la tecnología plegable y el formato de teléfono tipo flip phone. El Razr brillaba precisamente por lo compacto de su tamaño en el bolsillo, pero en 2019 ni nos plantearíamos utilizar la pantalla del teléfono original por lo reducido de sus dimensiones. Pero todo esto cambia cuando el Razr se despliega y muestra su pantalla POLED de 6.2 pulgadas, como una mariposa que extiende sus alas y ofrece todo lo mejor a quien la observa.
La clave está en la pantalla auxiliar
Es inevitable no contemplar embelesado una pantalla plegable y cómo, además, en el Razr, el pliegue en el interior es inexistente al ojo humano, no como sucedía en el Galaxy Fold. Una auténtica obra de ingeniería sobre la que Motorola tiene absoluta fe. Si el teléfono plegable de Samsung había que tratarlo con mimo para evitar daños accidentales, el Razr parece que es un equipo para todos los días, resistente y dispuesto a todo.
Pero en realidad, en mi opinión, la clave del potencial éxito de este equipo se encuentra en la pantalla auxiliar: la pantalla Quick View no es un simple visor, sino que permite que el teléfono se use de forma casi completa, llevando a cabo tareas elementales como responder mensajes o hacer llamadas, y todo ello en un formato coherente y cómodo de usar. Y lo mejor del asunto es que esto no ha hecho más que comenzar y uno olvida rápido que el procesador de este equipo puede considerarse justo para los estándares actuales, o que sus cámaras resultan ridículas frente a los teléfonos premium del momento.
¿Y ahora, qué? No sabemos muy bien cuál va a ser la evolución del mercado ante lo presentado por Motorola, pero apostamos a que la segunda entrada del Razr no va a pasar desapercibida y seguro que vemos una secuela que promete ser apasionante. Todavía no lo hemos podido tener en nuestras manos, pero el Razr es, posiblemente, el teléfono más maravilloso del mercado, y llega justo cuando pensábamos que el segmento se había quedado sin ideas…