No hace tanto, Steve Jobs soltaba en el escenario y en medio de alientos contenidos, su esperado “One More Thing” (una cosa más); todos los asistentes de la keynote sabían que tras él llegaba el plato fuerte de la jornada. Y esta sorpresa no era menor: podía tratarse del iPhone, en una compañía que jamás había fabricado un teléfono, o un iPod en una marca que nunca se había aventurado en el mundo de la música. Por aquel entonces era posible mantener a buen recaudo los secretos, pero ahora nos resulta inimaginable y en este sentido, Google tampoco es capaz de retener las filtraciones ante el inminente Pixel 4, posiblemente el teléfono más filtrado de la historia.
Como sabes, la próxima semana conoceremos los detalles “del nuevo teléfono Pixel”, según podemos ver en la Google Store; será en concreto el 15 de octubre y ¿sabes qué? Prácticamente conocemos todos los detalles del Pixel 4. No habrá sorpresas salvo que algún detalle haya escapado a las garras de los informadores y lo cierto es que sucedería lo mismo que en modelos precedentes: conocíamos todo sobre ellos el día de la presentación.
El teléfono del que ya que sabemos todo
Una cosa es que se filtre un componente, posiblemente una funda, o tal vez incluso alguna función a través del código del sistema operativo, pero es que en el caso del Pixel 4 tenemos ya hasta “primeras impresiones” de gente que afirma haberlo tenido en las manos. Toma todo esto con cautela, puesto que hasta que Google no lo anuncie oficialmente, cabría la -remota- posibilidad de que todo lo visto fuera falso.
Sin embargo, los de Mountain View parece que han hecho de las filtraciones la dinámica habitual del producto ¿de forma casual o intencional? Un poco más adelante valoramos esto, pero por el momento vamos a analizar los que ya sabemos:
Según las filtraciones el Pixel 4 y el 4 XL llegarían al mercado en tres colores, sabemos también de la mano de una cuenta de Twitter oficial de la casa que contará con un sistema de desbloqueo facial semejante al eficaz FaceID de Apple; el teléfono contaría además con un sistema de reconocimiento de gestos, así como el sistema de lentes múltiples al que ya estamos habituados. En cuanto a la estética, fue la propia Google la que nos mostró prácticamente todo el dispositivo en un tuit…
Básicamente, el nuevo Pixel 4 nos recuerda muchísimo al iPhone 11 Pro en la estructura de su chasis, disposición de lentes y comunicación cromática; el equipo reduciría por otro lado el espacio dedicado al notch para albergar los sensores, ocultándolo discretamente en la parte superior según nos mostró Evan Blass.
¿Filtración o estrategia?
Fue Tim Cook quien en su momento se puso serio y anunció que Apple estrecharía el cerco a los filtradores de información, ya que de alguna forma, a este fabricante no le beneficia que se adelante el diseño de sus teléfonos. Hay que comprender que con tantas manos implicadas en la fabricación y ensamblaje de un dispositivo de estas características, máxime cuando se lleva a cabo en terceros países, resulta muy complejo evitar las fugas. Pero con Google podríamos estar ante una estrategia muy diferente…
Como te hemos recordado antes, fue la propia marca la que, usando su cuenta oficial en Twitter, adelantó fotos del Pixel 4 el pasado 12 de junio, a meses vista de la presentación oficial del dispositivo. Claro, aquí no estamos ante un descuido, sino ante una maniobra estratégica dirigida a elevar las expectativas ante un futuro lanzamiento, o si quieres emplear el lenguaje más habitual en la red, el manido hype.
¿Por qué le puede interesar a Google adelantar esta información o permitir abiertamente las filtraciones? El mero texto de este artículo responde a esa pregunta: los medios hacemos la campaña de marketing del equipo de forma sostenida y a lo largo de los meses. En internet se habla de forma incesante de este nuevo equipo y poco a poco se van comparando sus prestaciones con los teléfonos que van saliendo al mercado. Y francamente, no sabemos qué estrategia es más efectiva.
¿Y si no hubiera ni una filtración?
Tal y como hemos recordado antes, el mejor ejemplo de cuidado del secreto en un proyecto es Apple, que fue capaz de ocultar a los medios el mismo iPhone antes de su lanzamiento (sí, se hablaba de un teléfono, pero no trascendió ni un solo detalle del mismo). ¿Te imaginas trasladar este secretismo ante un lanzamiento a nuestros días? Sabríamos que Google planearía renovar su gama Pixel por una mera cuestión cronológica y ante el anuncio de la convocatoria, pero realmente no sabríamos nada más.
El Pixel 4 sería solo una deducción lógica y entraríamos de lleno en el terreno de las adivinaciones y previsiones, de lo que podría presentar Google; un juego de expectativas que, personalmente, me gustaba mucho más que el conocerlo todo de antemano. No vamos a restar mérito a esta estrategia porque a buen seguro que los expertos de marketing de la compañía habrán hecho sus cálculos, pero desde el punto de vista del usuario, hay que reconocer que se pierde parte de la ilusión, la ilusión de conocer cómo será el Pixel 4, el teléfono más filtrado de la historia.