Si escuchamos de un parche para el ojo generalmente nos imaginamos a un pirata, pero oír hablar de un parche ocular que está cubierto de agujas pequeñas suena como un dispositivo de tortura. Sin embargo, esa invención es el resultado de la investigación de un grupo de científicos en Singapur, que han estado buscando una mejor manera de tratar enfermedades oculares, como el glaucoma y la degeneración macular.
Actualmente, estas enfermedades son más comúnmente tratadas con gotas para los ojos, pero en algunas instancias, estas no son capaces de administrar cantidades losuficientemente grandes de medicamentos, y tampoco son adecuadas para administrar dosis de la medicina requerida durante un período prolongado de tiempo. Ahí es donde entra en juego este nuevo tratamiento.
Se trata de un parche ocular que está lleno de pequeñas agujas solubles. El parche se coloca en el ojo del paciente y luego se retira, dejando las agujas incrustadas en su córnea. Las microagujas constan de dos capas: una capa externa que administra una dosis inicial del medicamento, y una capa interna que administra una dosis secundaria a lo largo de varios días.
«Este trabajo proporciona una nueva estrategia para la entrega eficiente de medicamentos en el ojo», dijo Chen Peng, profesor de la Escuela de Ingeniería Química y Biomédica de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en una entrevista con Digital Trends. “Con solo presionar el parche en el ojo, las agujas diminutas desmontables pueden penetrar el tejido de la superficie ocular y servir como reservorios de microfármacos implantados. La liberación del fármaco es habilitada por los microcontenedores de doble capa, y mejora en gran medida la eficacia terapéutica».
Hasta ahora, el parche ocular con agujas ha sido probado solamente en ratones, donde demostró una eficacia significativamente mayor que las gotas oculares normales. «Al utilizar la neovascularización corneal como modelo en enfermedades en ratones, la administración de un anticuerpo a través del parche en el ojo puede reducir el 90 por ciento del área neovascular, lo cual es mucho mejor que la eficacia del fármaco usando gotas para los ojos, que es sólo alrededor del 15 por ciento «, continuó Peng.
Un artículo que describe el trabajo completo, titulado «Recipientes de microfármacos de doble capa autoimplantables para la administración eficiente y controlada de fármacos oculares», se publicó recientemente en la revista Nature Communications.
Los investigadores actualmente están optimizando su invención, concentrándose predominantemente en la composición y rigidez de las microagujas, lo que permitirá un mejor uso práctico. También están en el proceso de buscar colaboradores clínicos humanos para un ensayo médico, con el objetivo final de comercializar la tecnología. No sería de extrañarse que les resulte un poco difícil conseguir voluntarios.