Con una serie de funciones y características de vanguardia que van desde un sistema para realizar electrocardiogramas aprobado por la FDA, hasta una variedad de herramientas de seguimiento de aptitud física, el Apple Watch Series 4 es actualmente la corona de los wearables conscientes de la salud.
Pero hay muchos otros dispositivos de tecnología vestible que, aunque son más experimentales, son capaces de una gran variedad de funciones, desde monitorear nuestra sangre hasta saber cuánta luz UV absorbemos. Estos son algunos de los más intrigantes.
UNA PULSERA PARA MEDIR EL ALCOHOL
Ya sea que alguna vez se te fue la mano tomándote unas cervezas con los amigos, o “relajándote” frente al televisor con una botella de vino, es posible que quieras darle un vistazo al wearable de monitoreo de alcohol creado por Milo Sensors.
Llamado Proof, es un dispositivo portátil que te dirá cuándo has bebido demasiado, más o menos como un Fitbit que te dice que te relajes con la bebida. Pero, ¿cómo es que Proof sabe que deberías poner un freno a tu sesión de bebidas? Lo hace mediante el seguimiento de las moléculas de alcohol presentes en la piel. Si bien aún no está disponible para comprar, de acuerdo con sus creadores, será capaz de medir los niveles de intoxicación mucho más rápidamente que un alcoholímetro regular.
UN MOSQUITO ELECTRÓNICO PARA DIABÉTICOS
No cabe duda que a nadie le gustan los mosquitos, pero aunque el nombre de este dispositivo no tiene nada de atractivo, el eMosquito tiene una interesante aplicación para el área de la salud: es un wearable que perfora tu piel a intervalos regulares para tomar y analizar muestras de sangre.
Creado por investigadores de la Universidad de Calgary en Canadá, fue creado como un portátil para personas con diabetes, lo que significa que el usuario ya no tendrá que detener todo lo que está haciendo y pensar en pincharse el dedo para una muestra de sangre. Todavía es un trabajo en progreso, pero en el futuro el equipo espera que también pueda ser valioso para llevar a cabo otras pruebas, como las pruebas genéticas o las pruebas de detección del cáncer.
UN STICKER DE PROTECCIÓN SOLAR
Si eres el tipo de personas que prefiere que su wearable de seguimiento de la salud sea un sticker en vez de un reloj inteligente, la gente de LogicInk con sede en San Francisco tiene lo que buscas. Han desarrollado un tatuaje temporal inteligente, a prueba de agua, que se coloca en la piel y que cambia de color cuando está expuesto a la luz solar.
La etiqueta adhesiva presenta un diseño que consta de tres anillos concéntricos, creados a partir de tintas patentadas, que gradualmente pasan del color blanco al morado. Cuando los tres se ponen de color púrpura, los usuarios saben que han alcanzado su límite UV diario.
UN TATUAJE QUE VIGILA TU INTERIOR
LogicInk no es la única compañía que hace wearables inteligentes de seguimiento de la salud en forma de tatuajes o etiquetas adhesivas. Investigadores de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts han desarrollado Dermal Abyss, un sistema de tintas biosensibles que cambian de color con los cambios en el cuerpo humano.
Estas tintas pueden medir efectivamente la concentración de glucosa, sodio y pH en el líquido intersticial de la piel, que rodea las células. La idea de los tatuajes para medir la salud interna aún se encuentra en una etapa relativamente temprana, pero podría ser una forma inmensamente útil y no invasiva de ofrecer advertencias tempranas sobre los cambios en la salud de una persona.
UNA FAJA QUE AYUDA A EVITAR CAÍDAS
El nuevo Apple Watch es capaz de detectar y pedir ayuda cuando una persona cae al suelo, pero un dispositivo portátil creado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia tiene como objetivo asegurarse de que no te caigas. Llamado FallSkip, es una faja inteligente personalizada que funciona en conjunto con una aplicación móvil.
Al analizar el equilibrio de una persona y los patrones de la marcha, la coordinación, el tiempo de reacción y la fuerza muscular utilizando un acelerómetro y giroscopio incorporado, otorga una puntuación que indica las posibilidades que una persona tiene de caer al suelo en el futuro cercano. El equipo espera que un día este wearable sea una herramienta estándar en la clínica de cada médico, para ayudar a optimizar la atención de la creciente población de ancianos o personas con problemas de equilibrio.
GAFAS QUE AYUDAN A PERSONAS CON AUTISMO
A diferencia de algunos de los otros proyectos en esta lista, este no es necesariamente un nuevo dispositivo portátil, sino una nueva aplicación médica para uno ya existente. En este caso, nos referimos a las gafas Google Glass.
En la Universidad de Stanford, los investigadores han estado buscando formas en la que los auriculares de Google podrían ser utilizados por individuos con autismo, para identificar la expresión que muestran las personas con las que interactúan, algo en lo que aquellos en el espectro autista pueden tener dificultades.
No está destinado a ser utilizado en todas las situaciones sociales, sino más bien como una herramienta de capacitación en el hogar, donde los usuarios deben hacer coincidir imágenes de emojis con las emociones actuadas por parte de un padre o cuidador. También, puede ayudar a promover el contacto visual.
UN MINI-LABORATORIO QUE DETECTA LA CONTAMINACIÓN
Ya sea para realizar un seguimiento de la cantidad de pasos que damos o para mostrar nuestro ritmo cardíaco, los wearables convencionales actuales pueden monitorear mucha información sobre nosotros mismos. Pero, ¿qué pasa con el mundo que nos rodea?
Para eso, un dispositivo llamado PocketLab Air promete mantener a todos informados sobre los niveles de dióxido de carbono y ozono, material particulado, temperatura, humedad, presión barométrica, altitud, punto de rocío, índice de calor e intensidad de la luz en tu área. Como su nombre lo indica, es una especie de un laboratorio de bolsillo.
Esta información se puede compartir para crear un mapa de fuentes múltiples, que puede provocar cambios en nuestro comportamiento individual (como decidir a dónde vamos), pero también cambios más grandes, como recopilar datos que podrían utilizar las escuelas para determinar zonas seguras para actividades al aire libre, y así proteger la salud de sus estudiantes. Técnicamente hablando, esto es más un «portátil» que un wearable, pero lo estamos incluyendo en esta lista ya que la idea es llevarlo donde quiera que vayas.