Imaginemos que eres un estudiante de medicina que está aprendiendo cómo realizar una determinada operación. Es tarde una noche y estás en el salón de clases solo, tratando de perfeccionar un procedimiento particularmente desafiante, usando un maniquí de un niño pequeño. Mueves la mano que empuña el bisturí y… ¡te parece que los ojos de ese maniquí se movieron! ¿o no? ‘Por supuesto que no’, te tranquilizas a ti mismo. Pero de repente, el maniquí se empieza a retorcer en la camilla, puedes escuchar su respiración acelerada, y ver sus ojos muy abiertos y con una expresión de miedo, que solo se asemeja al pavor que seguramente se apoderó de ti.
Al contrario de lo podrías pensar, no se trata de una película de terror, o de algún hospital embrujado. Es Pediatric Hal, un nuevo robot creado por la compañía de capacitación médica Gaumard Scientific; una nueva herramienta de entrenamiento, que, con un escalofriante realismo, está ayudando a entrenar a la próxima generación de médicos.
Diseñado para parecerse a un paciente masculino de 5 años, Hal es capaz de responder preguntas, seguir los dedos con los ojos, llorar por sus padres, decir «¡Ay!» cuando se lo pincha con una aguja, e imitar el síntomas de dolencias médicas variadas, que incluyen arritmia y paro cardíaco. Incluso, es capaz de mojar sus pantalones cuando tiene miedo, tal como lo haría un niño pequeño. No es extraño que sus creadores se refieran a él como «el simulador de pacientes pediátricos más avanzado del mundo».
La idea detrás de la implementación del uso de maniquíes es permitir que los estudiantes de medicina se familiaricen con todos los aspectos de su labor, desde la inserción de tubos traqueales en la garganta de un paciente hasta el uso de un desfibrilador, dándoles un modelo inanimado para que aprendan antes de pasar a una escena real.
Sin embargo, mientras que la práctica es una cosa, ser capaz de responder efectivamente bajo presión es otra muy distinta. Ahí es donde la idea de Hal se hace única, ya que muestra el comportamiento que los doctores podrían tener que enfrentar al tratar con pacientes reales más adelante en sus carreras, especialmente en situaciones de emergencia.
En su literatura publicitaria, Gaumard Scientific hace referencia a los altos niveles de realismo de Hal. Sin embargo, parece que los inventores decidieron disminuir un poco esa ambición, pues al parecer estaban preocupados de que pudiera ser demasiado traumático para los estudiantes lidiar con un robot ultra-realista que podía sangrar hasta la muerte delante de ellos.
Esta no es la primera vez en la que una tecnología similar es diseñada para brindar a los médicos en formación una idea más detallada de las realidades del trabajo en un hospital. Una serie de nuevas empresas se centran en modernas herramientas, como la realidad virtual, para dar a los estudiantes de medicina la oportunidad de practicar operaciones en condiciones más realistas.
Si bien algunas de estas tecnologías podrían parecer un tanto excesivas en comparación con los simples libros de texto de medicina de antaño, quienes finalmente serán los beneficiados serán los pacientes. Incluso si, al menos en el caso de Pediatric Hal, este entrenamiento se realice a expensas de algunos estudiantes asustados.