Facebook ha anunciado la inauguración de un mega centro de datos en Asia que servirá para agilizar el tráfico en la zona. El data center en cuestión se ubicará en Singapur en una superficie de 170,000 metros cuadrados y con una inversión detrás de 1,400 millones de dólares de Singapur (unos $1,000 millones, aproximadamente), y el gigante ha corrido a explicar que se alimentará al 100% por energías renovables.
Este edificio tecnológicamente súper avanzado contará con un nuevo sistema de refrigeración bautizado como ‘StatePoint Liquid Cooling’ que la firma sostiene, contribuye a reducir el consumo de electricidad y agua (el consumo de agua se reduce en un 20% con respecto a medios tradicionales). ¿Por qué Singapur? La red social explica que ha elegido esta ciudad-estado por la excelente infraestructura que ofrece, su mano de obra preparada y la existencia de varios Partners como el Singapore Economic Development Board.
En lo que respecta a la eficiencia energética, este edificio alimentado al 100% por energía solar “contará con una tasa de efectividad PUE (Power User Effectiveness) de 1.19, lo que quiere decir que casi cada vatio que entre en el edificio será empleado para alimentar las computadoras”, explican en su entrada. Desde Facebook se ha confiado el diseño y construcción del complejo a la firma Fortis Constructions, y además del centro de datos en sí, habrá un edificio anejo.
Este segundo edificio contará con once pisos de altura y diseñado para camuflarse con el resto de edificios de Singapur; su fachada estará construida con un material muy ligero y perforado que permitirá el paso del aire y permita que desde fuera se pueda esbozar las máquinas en el interior. ¿Por qué es importante la creación de un centro de datos en Singapur?
La región Asia-Pacífico concentra a 894 millones de usuarios activos al mes, lo que equivale al 80% del total de usuarios y es la mayor área en número de usuarios. Sin embargo, no hay correlación entre el número de usuarios y la facturación: la región aporta el 18% de los ingresos y supone menos de la mitad de lo que se factura en Estados Unidos.