Entonces, ¿cómo se las arregla un Grand Cherokee SRT contra un Hot Rod original? Para averiguar qué nivel han alcanzado los vehículos de rendimiento en los últimos 60 años, la división británica de Jeep tomó Grand Cherokee SRT estándar (no la nueva versión Trackhawk de 707 caballos de fuerza) y lo hizo competir contra un clásico Hot Rod de motor Hemi en el Santa Pod Raceway, Inglaterra.
El Hot Rod en cuestión es un Ford Model A montado en un chasis 1932 con el V8 «Firedome» de 330 pulgadas cúbicas de un DeSoto de 1956, uno de los motores V8 Hemi más antiguos de la producción Chrysler. El motor de Firedome genera 304 caballos de fuerza, comparado con los 468 caballos de fuerza del Hemi moderno de 6.4 litros que está bajo el cofre del Jeep. Nótese que esta cifra, citada por Jeep U.K., es menor que la de 475 caballos citada para los modelos que se venden en los EE.UU.
La ventaja de poder del Jeep le permitió sacar músculo en el cuarto de milla. Y aunque pesa mucho más, el Jeep logró una carrera de 13.3 segundos a 103 mph, en comparación con 14.2 segundos a 95 mph del Hot Rod. Esto sólo tiene un nombre: progreso.
Por cierto, el futuro Grand Cherokee Trackhawk será capaz de hacerlo aún mejor. Recordemos que viene con un V8 Hemi Hellcat de 6.2 litros sobrealimentado, motor visto anteriormente en los Dodge Challenger y Charger. Con 707 caballos de fuerza, en Jeep aseguran que correrá el cuarto de milla en 11.6 segundos, pasando de 0 a 60 mph en 3.5 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 180 mph. Todo eso en un vehículo que todavía tiene espacio para poner allí tus compras de Ikea. En tema de motores, ciertamente vivimos tiempos interesantes.