Amazon ha estado trabajando en el diseño de su dron de entrega desde hace varios años, mientras continúa con sus esfuerzos de lanzar un servicio regular para los clientes que vivan cerca de sus centros de distribución. Y pronto, podría usar paracaídas o aire comprimido para lograrlo.
A finales del año pasado, la compañía anunció haber completado la primera entrega de un pedido con un dron en el Reino Unido. Este fue un logro significativo, aunque debido a las regulaciones estrictas, que son similares a a las de los Estados Unidos, el servicio está actualmente limitado a sólo unos pocos clientes, y es poco probable que se desarrolle más ampliamente a corto plazo.
Uno de los desafíos que sigue manteniendo ocupados a los ingenieros es pensar en la mejor manera de dejar los paquetes de forma segura. El diseño actual del avión de entrega Prime Air de Amazon permite que aterrice en el suelo y automáticamente despliegue desde un compartimiento el paquete que ordenó el cliente. Sin embargo, con la multitud de obstáculos en las zonas urbanas, tal método de entrega puede resultar más difícil, y también podría exponer a la máquina voladora a riesgos adicionales, tales como mascotas, automóviles, o incluso amigos de lo ajeno que traten interceptar entregas tan pronto como el dron se acerque a su destino.
Como una posible solución a este problema, el equipo a cargo del desarrollo de aviones no tripulados de Amazon ha estado explorando diferentes maneras de entregar mercancías ordenadas, con una patente obtenida recientemente. Esta patente se centra en sistemas de guía de aterrizaje, que incluye paracaídas, aire comprimido y aletas estabilizadoras.
Supuestamente, así es como este proceso se llevaría a cabo: El avión no tripulado evaluaría el lugar de aterrizaje desde arriba antes de soltar el paquete desde una posición óptima. Con el paquete dirigido –por ejemplo– hacia el patio de la vivienda del cliente, el dron supervisaría su descenso. Si una brisa repentina se levanta, el equipo puede enviar una señal a la tecnología que está en el paquete para desplegar uno de los sistemas antes mencionados (paracaídas, aire comprimido o aletas estabilizadoras) para estabilizar el envío, o para ayudar a dirigirlo al punto de aterrizaje preciso si comienza a desviarse del rumbo.
Aunque la idea podría ser efectiva, con todos los elementos adicionales implicados suena como una solución costosa, aunque el concepto puede conducir en última instancia a un método más eficiente. Sin embargo, recordemos que es sólo una patente, por lo que parece que todavía no podremos ver a un dron de Amazon lanzando un paracaídas en nuestro patio.