Hasta ahora, los tres “musculosos de Detroit” (Camaro, Mustang y Dodge) han venido sólo con tracción trasera. La cierto es que aquello resulta genial para el rendimiento, aunque hace a muchos carros prácticamente inútiles cuando hay mal tiempo. Al añadir la tracción total al Challenger, Dodge espera ganar una ventaja sobre la competencia, y de paso atraer a más compradores en aquellos estados donde la nieve campa a sus anchas en los crudos inviernos.
El sistema de tracción total le viene del sedán Charger, lo que tiene sentido, ya que el Challenger es básicamente un Charger-coupé. Bajo condiciones normales de conducción, el sistema ajusta por defecto a la tracción trasera. La energía se envía solamente al eje delantero cuando la tracción adicional se considera innecesaria. Para decidir si se debe o no hacer uso de una tracción en las cuatro ruedas, el cerebro electrónico del automóvil examina todo, desde la tracción hasta la temperatura ambiente, e incluso observa si los limpiaparabrisas están encendidos, ha dicho Alison Rahm, ingeniero jefe del Challenger.
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Otro factor es el ángulo de dirección. Cuando el volante se gira con el modo de tracción total activado, se envía más potencia a las ruedas traseras. Esto fue diseñado para ayudar al Challenger GT a girar más fácilmente, aunque lo cierto es que ayuda al carro a hacer mucho más que eso.
En la carretera, el Challenger GT te da la misma confianza que otros vehículos con tracción total en malas condiciones climáticas. Eso sí, el sistema no divide la potencia entre los ejes delantero y trasero en una proporción fija, sino que la varía constantemente en función de las condiciones. En el modo de tracción total, el Challenger GT se siente bastante neutro, sin ningún sesgo real de par delantero o trasero.
Mientras Dodge ofrece una amplia variedad de opciones de motor en los Challengers de la tracción trasera, el Challenger GT sólo ofrece uno: el Pentastar V6 de 3.6 litros utilizado en muchos otros productos de la Fiat Chrysler Automobiles (FCA), desde la minivan Chrysler Pacifica hasta el Wrangler de Jeep. En el Challenger GT, produce 305 caballos de fuerza y 268 libras-pie de torque. Una transmisión automática de ocho velocidades es la única que viene de serie.
El Pentastar carece de la abrumadora potencia y (sobre todo) de la atronadora banda sonora de los motores V8 disponibles en ciertos modelos Challenger de tracción trasera. Trae también una suspensión más rígida, basada en la configuración utilizada en las versiones de tracción total del auto de policía Dodge Charger Pursuit. El manejo nunca ha sido un punto fuerte para el Challenger, pero esta configuración de suspensión ayuda a mejorar las cosas un poco. Desafortunadamente, hace que los viajes en superficies desiguales no sea precisamente una seda.
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El resto del Challenger GT no se diferencia demasiado del Challenger básico que ha existido desde el año modelo 2008, con una actualización relevante en 2015. Eso significa que cuenta con un estilo exterior retro innegablemente fresco, inspirado en el clásico Challenger de primera generación, sumado a un interior “cavernoso” que es, sin duda, un poco menos elegante que el exterior. En el exterior, el Challenger GT 2017 parece una versión moderna de un Challenger de 1971, pero el interior no se siente demasiado especial.
El Challenger GT viene de serie con un sistema de información y entretenimiento con pantalla táctil UCA de 8.4 pulgadas de FCA, la cual incluye Apple CarPlay y Android Auto. El Uconnect sigue siendo un sistema bastante sencillo de usar, con una pantalla táctil sensible que se complementa con otra de 7.0 pulgadas TFT ubicada en el panel de instrumentos.
Además de las características tecnológicas y del sistema de tracción total, el Challenger GT también viene con unas ruedas de 19 pulgadas, asientos de cuero Nappa, asientos delanteros con calefacción y ventilación, asistente de estacionamiento y una cámara retrovisora como estándar. Todo esto quizá ayuda a justificar el precio base de $34.490 del GT, aproximadamente $6,000 por encima de Challenger con tracción trasera. Cargado con opciones tales como la navegación, sistema de audio Harman Kardon de 18 bocinas y asientos deportivos, nuestro el carro sube a los $39,465.