El CEO de la compañía canadiense, John Chen, también reveló unos beneficios de $334 millones de dólares y unas pérdidas netas de $372 millones de dólares en el segundo trimestre del año fiscal 2017. En el mismo periodo del año pasado, la compañía registró unos beneficios de $51 millones de dólares y unos ingresos de $490 millones de dólares.
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El pasado noviembre, Chen dijo que la división de hardware de Blackberry tendría que vender entre tres y cinco millones de teléfonos inteligentes para mantener la rentabilidad.
«La compañía planea ahora terminar todos los desarrollos internos de hardware, y dejará esa responsabilidad a nuestros socios», dijo Chen. «Esto nos permitirá reducir los requerimientos de capital e incrementar nuestros retornos en el capital invertido».
Esto no quiere decir que Blackberry vaya a desaparecer completamente. Según Chen, la compañía se comprometerá a la creación y desarrollo de software para los teléfonos inteligentes de gama alta y baja. Además, la firma recientemente lanzó el DTEK 50, un dispositivo basado en el sistema operativo Android y fabricado con la la ayuda de TCL Communications, socio de Alcatel.
«Al final del día, no importa el tamaño de la pantalla, el color, o la forma», dijo Ralph Pini, jefe de operaciones de la compañía. «Lo más importante para los clientes es el software». Esto es «el primer paso significativo hacia el liderazgo» como una empresa dedicada al software, añadió Pini.
La empresa también anunció hoy el primer acuerdo con PT Tiphone Mobile Indonesia Tbk para la creación de la empresa conjunta PT BB Merah Putih, que producirá teléfonos y software para Indonesia.
Por su parte, los inversores reaccionaron favorablemente al anuncio, ya que las acciones de la empresa tuvieron aun aumento de 3% en el incido de la ronda de negociaciones en Wall Street.
Hace una década, Blackberry era undo de los mayores fabricantes de teléfonos. Sin embargo, actualmente cuenta con menos de 1% del mercado, el cual está dominado por gigantes como Samsung y Apple.
