La llegada de Foxconn, el mayor fabricante mundial de equipo de terceros, a Brasil para producir dispositivos de Apple iba a impulsar la manufactura de electrónicos en la nación Sudamericana. Se esperaban más de $12 mill millones de dólares en inversión, 100,000 puestos de empleo de alta calidad y bajos precios para los móviles iPhone en Brasil. La misma presidenta Dilma Rousseff dijo en 2011 que Foxconn iba significar una «transformación del sector tecnológico brasileño.» Pero según una investigación de Reuters, cuatro años después y las promesas aún siguen sin cumplirse.
De los 100,000 puestos de trabajo proyectados, Foxconn solo ha generado unos 3,000, y de baja calificación con pocas posibilidades de promoción. Se prometió bajar los precios de los móviles en el país, sin embargo, en Brasil el iPhone 5s de 32GB cuesta más de $1,000 dólares, uno de los iPhones más caros en el mundo, a pesar de ser fabricado dentro del país. En actualidad, hay pocos indicios de que se ha canalizado el sector tecnológico de Brasil. ¿La razón por estas promesas incompletas?
Según Reuters, los motivos parecen estar en las dificultades que tuvo Foxconn para establecerse en el país. Además, Reuters explica que el gobierno brasileño no ha podido gestionar correctamente esta oportunidad. Por su parte, Foxconn dice que una de sus plantas en Brasil cuenta con 3,000 empleados y que tiene cinco plantas en el país que fabrican para varias firmas. Además una planta cerca de São Paulo es la única que fabrica iPhones fuera de China.
Foxconn dice que aún busca expandir su presencia en Brasil y lo hará con una nueva planta que tendrá una fuerza de trabajo de 10,000 empleados. Se espera que esta planta este lista para fines de año mientras que las negociaciones entre el gobierno de Brasil y Foxconn siguen.