Si alguien nos preguntara sobre un emprendedor que llena de ilusiones las almas de los más escépticos y que parece desconocer el ‘no’ por respuesta ante los retos, no dudamos que la respuesta ganadora sería Elon Musk. Esta figura irrepetible ha tenido el descaro de amenazar la hegemonía de la industria de la automoción con sus Tesla, unos automóviles plagados de tecnología y que no contaminan el medio ambiente, o ahora pretende llevarnos a Marte. Sin embargo, el sudafricano ha pasado de héroe a villano ante la horda de críticos convencida de que estamos ante un personaje con pies de barro. Pero Musk ha contraatacado.
Entrevista almibarada y sin preguntas
Elon Musk se ha situado por méritos propios (y también sin desearlo) en el ojo del huracán informativo y cualquier periodista del mundo desearía formularle, al menos, dos preguntas: ¿por qué da la espalda Tesla a la bolsa? Y ¿qué hay de cierto en las acusaciones que aluden a asuntos personales y que sugieren que su salud estaría afectada? Sin embargo, no fue así y el emprendedor, una de las figuras más codiciadas y con entrevistas más ‘caras’ optó por caer en el acolchado sofá del popular YouTuber Marques Brownlee que le propinó una comodísima entrevista.
Hay que reconocer a Brownlee el mérito incuestionable de lograr sentarse ante Musk y departir con esta genial figura durante casi veinte minutos; un gano-gano en el que el primero dispara la audiencia de su exitoso canal y catapulta su popularidad, mientras que el segundo se presenta en un ‘hey, aquí no pasa nada’ con el que quiere cerrar las vías abiertas por medios críticos. Han sido 17 minutos de preguntas y respuestas centradas en el autobombo de Tesla y donde realmente no se ha aportado información de calado sobre nuevos modelos y tecnologías.
En este cara a cara se ve a dos casi amigos hablando sobre algo que apasiona a ambos: los Tesla. Musk no ha obviado la pasión del youtuber por los vehículos de su marca, y tampoco su gancho entre el público más joven, donde el joven estadounidense contacta con una masa de usuarios muy próximos al target al que se dirige la compañía. Y los espectadores del canal lo han agradecido: siempre es sensacional escuchar a Elon Musk y barruntar sobre lo que pasa por su cabeza.
La guerra de la imagen
El contraataque a los críticos no ha llegado rebatiendo las acusaciones o aportando luz sobre ellas, sino lavando la imagen del emprendedor y recordando lo que hace, que no es poco. El primer enemigo de Elon Musk es Elon Musk, y fue él mismo quien, al sincerarse en una entrevista concedida al New York Times, se colocó en el disparadero: de su boca salieron confesiones como su dificultad para dormir (y uso de somníferos) y o bien que pasó su último cumpleaños solo, encerrado en el trabajo.
“Toda la noche, sin amigos ni nada”, se confesó Musk al explicar que estuvo celebrando su aniversario en una maratoniana jornada atrapado en su despacho. Pero la soledad no sería el único mal que afectaría a Musk: sus amigos, según sus propias palabras, se estarían preocupando por su estado. En la mencionada entrevista, confiesa que su salud “no es genial, algunos amigos me visitan y están realmente preocupados”.
Su pasión por el trabajo hace que robe horas a todo: amigos, familia, pero también el sueño, y el propio emprendedor confiesa tomar somníferos: “en ocasiones es elegir entre no dormir o Ambien”, en referencia al zolpiderm, un potente somnífero con gran capacidad adictiva y que podría generar efectos secundarios en el carácter, según sugieren algunos. Es precisamente esto último lo que se teme de su tuit anunciando la salida de Bolsa de la compañía: ¿fue una decisión sensata o afectada por los medicamentos?
Sea como fuera, a las personas hay que juzgarlas por sus hechos, pero sobre todo por sus obras: Elon Musk sigue haciéndonos soñar con sus Tesla y proyectos transformadores con los que pretende cambiar el mundo para siempre. Pese a reconocer que está siendo “el año más difícil”, hay cuerda para rato y no cabe duda de que veremos sus avances.