Un estudio alarmante publicado recientemente en el «Journal of Hazardous Materials» revela que electrodomésticos cotidianos que utilizamos sin mayor consideración están emitiendo cantidades potencialmente peligrosas de partículas ultrafinas (UFP) directamente en nuestros hogares. La investigación, realizada por cinco ingenieros de universidades surcoreanas en octubre de 2025, identifica específicamente a tostadores, secadores de cabello, hornos, freidoras de aire, aspiradoras y planchas como fuentes significativas de contaminación del aire interior.
Las partículas ultrafinas se definen como emisiones de menos de 0,1 micras de diámetro, tan diminutas que para contextualizarlas, una hoja de papel tiene entre 70 y 180 micras de espesor. El peor culpable identificado fue un tostador emergente vacío, que liberaba aproximadamente 1.73 billones de UFP por minuto. Los secadores de cabello equipados con motores de corriente directa producían principalmente partículas en modo nucleación, mientras que las freidoras de aire y tostadores generaban partículas de mayor tamaño en modo Aitken, que pueden ser entre cinco y veinte veces más grandes pero potencialmente más peligrosas para el tracto respiratorio humano.
Además de las partículas en sí, los investigadores descubrieron presencia de metales pesados como cobre, plata y titanio en las emisiones. Estos metales se originan probablemente del desgaste de las bobinas de calentamiento y los motores, aumentando significativamente el riesgo de citotoxicidad e inflamación cuando las partículas penetran el cuerpo humano. Las partículas ultrafinas son lo suficientemente pequeñas para burlar las defensas naturales del tracto respiratorio, depositándose profundamente en los alvéolos pulmonares y, potencialmente, cruzando hacia el torrente sanguíneo.
Los efectos en la salud asociados con la exposición prolongada a UFP incluyen asma, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y cáncer. Los niños son particularmente vulnerables debido a sus vías respiratorias más estrechas y su mayor volumen de depósito de partículas por peso corporal. Lo más preocupante es que muchos de estos electrodomésticos carecen de protección blindada para contener sus emisiones y frecuentemente se utilizan con personas en proximidad inmediata. Mientras que gobiernos de todo el mundo han mejorado la calidad del aire ambiental mediante regulaciones vehiculares e industriales, el problema de las UFP en ambientes domésticos ha permanecido ampliamente desatendido. Esta investigación podría catalizar cambios significativos en el diseño y regulación de electrodomésticos de consumo.