Un verdadero hito se quiere cumplir este 2025, ya que la humanidad quiere colocar su primera casa en la Luna, en el polo norte de nuestro satélite natural.
El 15 de enero, el cohete Falcon 9 de SpaceX y el módulo de aterrizaje Resilience de iSpace despegaron hacia la Luna. Y a bordo llevaban algo inusual: una cabaña sueca roja del tamaño de un juguete llamada Moonhouse. Tal y como se detalla en la página web de Mikael Genberg, el artista lleva un cuarto de siglo soñando con poner su Moonhouse en la superficie lunar, y ahora ese sueño está más cerca que nunca de hacerse realidad.
«¿Y qué significa eso? ¿Cuál es el significado? ¿Cuál es el propósito?» Preguntó Genberg en una declaración en video. Tenía una respuesta muy simple: «Es arte». Y aunque dice que el arte no tiene significado ni propósito, sí conlleva preguntas.
«Al colocar algo tan simple y realista como una casa roja en un lugar tan remoto, inhóspito e incoloro como la luna, Mikael Genberg cuestiona nuestra percepción de lo que es posible y significativo en el cosmos», se lee en la descripción del proyecto en el sitio web de Moonhouse. «Además, The Moonhouse tiene un trasfondo poético. Nos recuerda nuestras raíces y nuestro hogar en la Tierra, al tiempo que simboliza nuestros sueños y ambiciones de explorar y expandirnos más allá de nuestros límites conocidos».
La Casa Lunar ya está asegurada al micro rover Tenacious, que se desplegará desde el módulo de aterrizaje para explorar la superficie lunar, según un comunicado de la compañía.
Luego, «debería soltar la casa, tomar algunas fotos y dejarla sola allí durante miles y miles, tal vez millones de años», explicó Genberg en el video.