Este 15 de octubre Microsoft comenzó la venta oficialmente de una unidad Xbox Series X de color blanco y con la particularidad de que no trae unidad de disco.
Tiene un valor de $499,99 dólares y tampoco viene con la alternativa de colocar físicamente una unidad de disco.
Microsoft tampoco ha cambiado los puertos traseros, por lo que hay dos puertos USB-A, un puerto HDMI 2.1 para conectarse a su televisor o monitor, un puerto Ethernet y la ranura de expansión de almacenamiento en la parte posterior de la consola. En la parte delantera hay un único puerto USB-A, junto con el botón de emparejamiento para conectar mandos y accesorios.
Microsoft también lanzará una Xbox Series S de 1 TB de 349,99 dólares en blanco para las fiestas de fin de año, junto con una edición especial «Galaxy Black» de 2 TB de 599,99 dólares de la Xbox Series X.
Habrá que esperar por ahora los desmontajes de la consola para saber si efectivamente venía con algún cambio en el sistema de refrigeración, tal como lo habían manifestado previamente algunas filtraciones, que indicaban que venía con un disipador de calor.