Después de rumores y especulaciones, Atari anunció el año pasado que su nueva consola retro, llamada Atari VCS, ya estaba disponible para preventa exclusiva en IndieGogo. El concepto llamó la atención de mucha gente que apoyó el proyecto a través de este sitio, que logró superar su objetivo de $100,000 dólares en cuestión de horas. Las personas que crecieron jugando Atari estaban emocionadas. La fecha de entrega estimada era julio de 2019. Luego llegó julio… pero la consola no.
El plan original
El primer gran paso en el proyecto para retornar al negocio de las consolas fue denominado Atari VCS, un dispositivo con el que podrías jugar los clásicos de Atari. Por $299 dólares (más gastos de envío) el Atari VCS prometía la colección ‘Atari Vault’ de más de 100 juegos clásicos, incluidos los de arcade y entretenimiento como Asteroids, Centipede, Breakout y Missile Command. El “VCS” del nombre significa Video Computer System, el mismo nombre que se le dio al Atari 2600 antes del lanzamiento de la consola Atari 5200 en marzo de 1982.
Con un diseño que evoca al Atari clásico de tiempos más simples, esta consola presentaría una plataforma abierta única, dando a los usuarios acceso a un “entorno limitado” de Linux para agregar su propio software y personalizar su sistema. Además tendría conectividad periférica universal para funcionar con otros dispositivos de entrada de PC, como controladores Bluetooth y USB, mouse y teclado, cámaras web, micrófono, bocinas externas y audífonos. También admitiría resolución 4K, contenido HDR y 60FPS, opciones de almacenamiento en la nube, WiFi de banda dual y Bluetooth 5.0, así como compatibilidad con USB 3.0.
El VCS, presentado inicialmente como el “Ataribox” en 2017, se reintrodujo con su nuevo nombre en la Game Developers Conference 2018. En la conferencia, Atari mostró el diseño final, destinado a evocar recuerdos del clásico Atari 2600, así como sus dos controles: un gamepad bastante elegante con un diseño estilo Xbox y otro casi idéntico a su icónico control.
¿Y qué pasó entonces?
Esta semana, el portal The Register publicó un reporte en el que detallaba que el proyecto era “un desastre”, que podría nunca ver la luz y – lo más desalentador – que la persona a cargo de este, Rob Wyatt (uno de los creadores de la Xbox) lo había abandonado. “A partir del viernes 4 de octubre, he renunciado oficialmente como arquitecto del Atari VCS”, declaró Wyatt al portal. La razón era que Atari tenía seis meses sin pagarle un centavo a su firma de diseño, Tin Giant, por el trabajo que se encontraba realizando en la consola. “Siendo una compañía pequeña, hemos tenido suerte de sobrevivir tanto tiempo”, comentó.
De acuerdo con The Register, la consola en realidad terminaría siendo algo así como una PC con un Linux en la que se podrían usar juegos, pues los ejecutivos de Atari se negaron a aprobar el desarrollo de un sistema operativo nuevo. Además, según el reporte, los controles (que se venden por separado) podrían no funcionar de manera consistente entre un juego y otro, pues cada título decide cómo quiere que opere la consola, por lo que habría que estar reiniciando el sistema cada vez que se pretenda cambiar de juego. Todos los problemas que han surgido, aseguran, se deben a que la compañía insiste en recortar gastos. Por si fuera poco, a dos años de arrancado el proyecto, ni un solo desarrollador de juegos originales se ha unido.
El mismo día de la publicación de The Register, Atari publicó un largo informe con datos y muchas fotos detallando los avances del proyecto y señalando que la compañía aún tiene mucho por hacer antes de poder cambiar el estatus “Prototipo” a “Producción”, pero asegurando que se encuentran cada día más cerca y, en pocas palabras, que todo va bien. En este documento se menciona que el lanzamiento del producto se llevará a cabo en primavera de 2020. Queremos creer que así será; habrá que esperar y ver qué pasa. Seguiremos informando.
*Artículo actualizado el 11 de octubre de 2019 por Aron Covaliu.