El mundo de la física y del espacio está de luto, ya que a los 94 años falleció pacíficamente en su casa, el profesor y premio Nobel de física de 2013, Peter Higgs, creador del famoso bosón de Higgs.
Según un comunicado de la Universidad de Edimburgo, el físico falleció «pacíficamente en su casa el lunes 8 de abril tras una breve enfermedad».
Pasarían casi 50 años antes de que se pudiera confirmar la existencia de la partícula, y los experimentos en el Gran Colisionador de Hadrones en el CERN finalmente confirmaron la teoría de Higgs en 2012. Fue galardonado con el Premio Nobel de Física por este trabajo en 2013, junto con François Englert.
«Además de sus destacadas contribuciones a la física de partículas, Peter era una persona muy especial, un hombre de rara modestia, un gran maestro y alguien que explicaba la física de una manera muy simple y profunda», dijo a The Guardian Fabiola Gianotti, directora general del CERN y ex líder de uno de los experimentos que ayudaron a descubrir la partícula de Higgs en 2012. «Una parte importante de la historia y los logros del CERN está vinculada a él. Estoy muy triste y lo extrañaré mucho».
El bosón de Higgs es una partícula elemental teorizada en 1964 por Peter Higgs y otros físicos, que es fundamental para el Modelo Estándar de la física de partículas.
Esta partícula es responsable de otorgar masa a otras partículas elementales a través del mecanismo de Higgs. Según este mecanismo, existe un campo que permea todo el espacio, conocido como el campo de Higgs, y las partículas que interactúan con él adquieren masa. Aquellas que no interactúan, como el fotón, permanecen sin masa.
La existencia del bosón de Higgs fue confirmada en 2012 por experimentos en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN. Esta partícula es muy inestable y se desintegra rápidamente, con una vida media del orden del zeptosegundo. Su descubrimiento fue un hito en la física, ya que confirmó una parte crucial del Modelo Estándar que explica cómo se forma la materia en el universo.