A partir del 31 de marzo de 2022, Second Life cobrará impuesto a la compraventa a sus usuarios estadounidenses por transacciones dentro de la plataforma. Así lo anunció Linden Lab, la empresa desarrolladora del juego.
“Desde la creación de Second Life, hace dos décadas, hemos visto a muchos gobiernos locales, estatales y federales imponer nuevas formas de recaudar ingresos fiscales de los negocios basados en internet”, explicó en una nota de prensa. Sin embargo, el Tribunal Supremo sentó un precedente en 2018 con el caso Wayfair y, si bien la firma hizo “todo lo posible” para eximir a sus usuarios, “ya no podemos absorber” tales pagos.
Según complementó la firma con sede en San Francisco, “de momento, solo cobraremos impuestos sobre la facturación recurrente, como suscripciones prémium y tarifas de terreno. El monto del impuesto cobrado se comunicará claramente en el recibo o factura”.
Y aunque la compañía seguirá absorbiendo impuestos por compras únicas de L$, primeras suscripciones prémium y cambios de nombre, “en algún momento del futuro” deberá traspasar el costo a sus usuarios. Los montos dependerán del lugar de residencia. Como en Estados Unidos hay 13,000 jurisdicciones tributarias, es inviable proyectar en cuánto se incrementará el costo de estar en Second Life.
“Es una noticia que no nos gusta compartir, pero por la salud del negocio y de Second Life no podemos seguir absorbiendo tales cargas fiscales”, agregó la compañía creada en 1999 por el emprendedor Philip Rosedale.
La decisión implica una triste ironía: los usuarios no solo tendrán que pagar impuestos sobre la propiedad de sus casas en el mundo real, sino también por las virtuales. “Las implicaciones para el resto de los metaversos podrían ser inmensas”, planteó Noor Al-Sibai en una columna publicada por Futurism.
“Aunque Second Life es el primer metaverso que introduce impuestos a sus usuarios, es casi seguro que no será el último”, advirtió al citar otros entornos digitales, como Roblox u Horizon Worlds.
Para la redactora, el anuncio representa un “punto de inflexión” en la industria. “Ahora que se ha abierto la caja de Pandora, es poco probable que el resto de los otros muchos metaversos puedan evitar también el pago de impuestos a sus usuarios”, puntualizó.