El 11 de noviembre de 2006, Sony lanzó en Japón la PlayStation 3. Una semana después lo hizo en Norteamérica y a fines de ese mes la consola llegó a Europa y Australia.
Si bien, en un comienzo la compañía recibió las críticas de los usuarios que se quejaban del alto precio de la PS3, así como la poca variedad en los juegos, esta sensación fue cambiando con el paso del tiempo.
Sony, además, terminó bajando el valor de la consola y los juegos pronto comenzaron a llegar, seducidos, al mismo tiempo por las amplias posibilidades que la tecnología de esta versión incluía y que marcaron una radical y notoria diferencia con la PS2.
De hecho, la PlayStation 3 puede ser considerada como una de las consolas más revolucionarias lanzadas por Sony.
Este dispositivo supo integrarse de gran forma con internet; de hecho, todos los modelos podían conectarse con wifi.
Así, los jugadores podían jugar en línea y realizar compras a través de la PlayStore, pero no sólo juegos, ya que esta consola también permitía la compra y el arriendo de películas.
Este es uno de los puntos fuertes de la PS3, ya que más que una consola de videojuegos, fue considerada en su tiempo como un verdadero equipo de entretenimiento para la casa.
Y esta sensación se hacía más fuerte por el hecho de que tuviera integrado un lector de películas en Blue-Ray, con la cual la familia entera podía disfrutar de una película en la mejor calidad disponible en ese momento.
Esto también era posible gracias a la conexión a través del HDMI, lo que permitía disfrutar los juegos, además de las películas en HD.
Estas características la convirtieron inmediatamente en una consola rupturista para la época y versátil, por lo mismo, los usuarios aún la recuerdan con cariño.
En marzo de 2017, Sony confirmó que dejaría de fabricar la PS3 en Japón. No obstante, esta icónica consola aún es posible hallarla en el mercado y su popularidad sigue vigente porque con más de 87.4 millones de unidades comercializadas figura dentro de las diez más vendidas de la historia.
Un bebé que ya cumple 14 años y que envejece de buena manera en la historia de las consolas de Sony.