En fechas recientes, los wearables o los dispositivos vestibles han sido protagonistas de un importante impulso. Estos pequeños aparatos son capaces de medir determinadas bioseñales y enviar mediciones de manera inalámbrica a smartphones o computadoras.
Pese al avance de esta tecnología, los científicos aún tienen inconvenientes para encontrar una fuente de energía adecuada para estos biosensores portátiles.
A raíz de este problema, ha surgido la interrogante: ¿qué pasaría si fuéramos nosotros mismos las fuentes de energía para los wearables?
Un grupo de investigadores de la Universidad de Ciencias de Tokio estudia formas eficientes de usar el sudor como única fuente de energía para la electrónica vestible.
En su trabajo, publicado en Journal of Power Sources, presentan un novedoso diseño de un conjunto de células de biocombustible que usa el lactato, una sustancia del sudor, para generar energía suficiente para accionar un biosensor y dispositivos de comunicación inalámbrica durante un breve periodo de tiempo.
Este nuevo conjunto de células de biocombustible tiene la apariencia de una venda de papel que puede llevarse en el brazo o el antebrazo.
“En nuestros experimentos, nuestras células de biocombustible de papel pudieron generar un voltaje de 3.66 V y una potencia de salida de 4.3 mW. Por lo que sabemos, esta potencia es significativamente mayor que la de las células de biocombustible de lactato de las que se ha informado anteriormente”, explica el doctor Isao Shitanda.
Así, debido al éxito de los experimentos, el equipo encargado se encuentra optimista respecto al dispositivo que han desarrollado.
“Conseguimos alimentar un medidor de actividad comercial durante 1.5 horas utilizando una gota de sudor artificial y nuestras células de biocombustible. Esperamos que sean capaces de alimentar todo tipo de dispositivos, como relojes inteligentes y otros aparatos portátiles habituales”, agrega Shitanda