El Fitbit Sense, presentado a nivel internacional el pasado agosto de 2020, se lanzó oficialmente en México. Ricardo Martiarena, gerente de Ventas de Latinoamérica en la compañía, indicó que el reloj inteligente cobra sentido en el contexto de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus.
El smartwatch, además de contar con las avanzadas funciones de monitoreo de actividad física de la firma, también viene con un escáner EDA, cuyo propósito es conocer la respuesta del usuario ante el estrés.
Antes de las primeras impresiones del gadget, es pertinente decir que ya se puede comprar en México, por un precio de $9,499 pesos.
Elegante y moderno
El Fitbit Sense es uno de esos relojes inteligentes que conquistan a primera vista. Una vez que lo desempaqué, mi primera reacción fue colocarlo en mi muñeca para usarlo inmediatamente. Claro, antes que todo, se debe configurar desde la aplicación móvil del fabricante.
Su diseño no es circular: la marca optó por una forma cuadrada —con esquinas redondeadas— para la esfera de acero inoxidable y la pantalla de cristal templado con resistencia Gorilla Glass 3. Las correas de «diseño infinito» son muy suaves al tacto, por lo que el gadget no incomoda a lo largo del día ni en las noches. Los colores en los que está disponible, negro carbón y blanco marfil, también contribuyen a que el reloj se vea elegante y moderno.
Interfaz
Después de probarlo por un día completo, debo decir que la interfaz del Fitbit Sense es intuitiva. Sí, es necesario aprender ciertos gestos para encontrar la opción deseada, sin embargo, después de una horas, estos se dominan sin ningún problema.
La pantalla táctil responde óptimamente, sin embargo, de pronto hay cierto retraso al momento de querer controlar la música de Spotify que se reproduce en el celular, por ejemplo.
Ahora, para los que no son usuarios regulares de Fitbit, a pesar de que el equipo parece no tener ningún elemento en su esfera, en el costado izquierdo sí incorpora una especie de botón que vibra al pulsarlo y que permite acciones como ir a la ventana principal, apagar el aparato o activar Alexa. Entonces, este botón es fundamental para la operación del smartwatch.
Si bien está diseñado para funcionar de manera independiente, desde el celular se amplían las características del wearable. Por ejemplo, es posible activarle el asistente digital mencionado, distintas carátulas, Spotify para controlar la música y actualizaciones de software.
Sorprende realmente la enorme variedad de formatos de reloj listos para el Sense, desde diseños completamente minimalistas hasta animados. Aunque no todo es miel sobre hojuelas, algunos requieren realizar un pago.
Por último, es posible indicar desde el teléfono qué notificaciones se quieren recibir en el smartwatch, como llamadas entrantes, mensajes de WhatsApp o Messenger, eventos de calendario y correos electrónicos, solo por mencionar algunas.
Experiencia de usuario
Indudablemente, necesito pasar más días con el Fitbit Sense para dar una respuesta más amplia sobre la experiencia de usuario que promete. Lo que puedo adelantar es que el fabricante define a su dispositivo como más que un smartwatch: «Se trata de un avanzado reloj de salud».
Además de las ya tradicionales características que buscan dar respuesta a quienes desean un estilo de vida más activo y saludable —como 20 modos de ejercicio, monitoreo de la frecuencia cardiaca a través de la tecnología PurePulse 2.0, GPS integrado, hasta seis días de autonomía y una suscripción gratuita a Fitbit Premium por seis meses—, el equipo integra diversas herramientas de bienestar.
Destaca el escáner EDA para detectar la actividad electrodérmica del usuario, con el fin de conocer su respuesta al estrés; el registro del estado de ánimo para saber qué días o momentos lo hacen sentir mejor; y el sensor de temperatura cutánea, que se activa por las noches para tener claro las variaciones respecto a su temperatura de referencia.
Sin duda, el Fitbit Sense se posiciona como uno de los más completos de su tipo. Como dije, tendré que pasar más días con él para determinar su equilibrio entre monitor de actividad física y dispositivo de bienestar, tan necesario en tiempos donde las emociones pueden desbordarse de un día para otro (la emergencia sanitaria parece no tener fin).
Primeras conclusiones
En unas primeras impresiones, el nuevo reloj de Fitbit parece tener las características necesarias para aquellos usuarios que buscan medir su actividad física de manera más consistente. Asimismo, aporta un extra con todas sus funciones dedicadas al bienestar.
No se trata de un reloj barato, ya que está listado en los $330 dólares ($9,499 pesos para México), pero tampoco se sitúa entre los más caros del mercado.
Será interesante ver cuál es la respuesta de los usuarios con el nuevo elemento de Fitbit, en un mercado cada vez más competido en el segmento de wearables, desde pulseras hasta relojes inteligentes.