En el mundo de la tecnología de audio, los audífonos han sido objeto de numerosas creencias y afirmaciones, algunas ciertas y otras completamente falsas. Desde sus efectos en la audición hasta su calidad de sonido, estos dispositivos han sido rodeados por una serie de mitos que a menudo generan confusión entre los usuarios. Por eso, en este artículo, desmentimos siete mitos populares sobre los audífonos, revelando la verdad detrás de estas convicciones arraigadas.
- “Los audífonos de diadema son más seguros para tus oídos”
- “Los audífonos de diadema producen mejores graves que los audífonos de botón”
- “La cancelación de ruido es mejor que el aislamiento de ruido”
- “Un buen ANC silenciará todo el ruido ambiental”
- “Hay que “quemar” los audífonos antes de usarlos para un mejor rendimiento”
- “Cuanto más amplio sea el rango de frecuencia, mejor será el sonido”
- “Los conectores bañados en oro hacen que tus audífonos suenen mejor”
“Los audífonos de diadema son más seguros para tus oídos”
El mito planteado aquí es que, dado que los audífonos de botón van dentro del canal auditivo y los audífonos de diadema descansan fuera, estos últimos son más seguros para tus oídos. Sin embargo, esto no es cierto. Ambos pueden ser perjudiciales y, en última instancia, dependen de cómo los uses.
Los especialistas en otorrinolaringología advierten que escuchar durante períodos prolongados a volúmenes altos puede tener un impacto negativo en tus oídos, independientemente del dispositivo que utilices.
“Los audífonos de diadema producen mejores graves que los audífonos de botón”
Cuando se trata de calidad de sonido, la disputa entre los audífonos de diadema y los de botón se centra frecuentemente en la reproducción de graves. Existe la creencia común de que los audífonos de diadema superan a los de botón en este aspecto debido al tamaño de sus controladores, que generalmente son más grandes. Sin embargo, la calidad de los graves no depende únicamente del tamaño del controlador, sino también de su rendimiento general, incluyendo la calidad de construcción y otros factores técnicos.
Los audífonos de diadema suelen destacar por su tamaño de controlador más grande, que a menudo oscila entre 30 y 50 mm. Se cree que este tamaño permite una reproducción de graves más potente y profunda en comparación con los controladores más pequeños de los audífonos de botón, que suelen estar en el rango de 8 a 15 mm. Sin embargo, según los expertos, la calidad del sonido no se limita al tamaño del controlador, ya que otros factores como la compresión y el ajuste del controlador dentro del canal auditivo también juegan un papel crucial.
En última instancia, no hay una respuesta definitiva sobre cuál tipo de audífonos produce los mejores graves. La preferencia entre audífonos de diadema y audífonos de botón debe basarse en las necesidades específicas de cada usuario y en sus preferencias personales de sonido. Además, es importante tener en cuenta que un exceso de graves puede afectar negativamente la calidad general del sonido, haciendo que la música suene distorsionada y poco equilibrada.
“La cancelación de ruido es mejor que el aislamiento de ruido”
Ambas tecnologías, cancelación de ruido y aislamiento de ruido, ofrecen beneficios distintos sin que una sea superior a la otra. La cancelación de ruido se basa en micrófonos externos en los audífonos para captar el ruido ambiental y generar una respuesta inversa mediante algoritmos que cancela ese ruido.
Por otro lado, el aislamiento de ruido no implica procesos electrónicos; simplemente utiliza el material de las copas de los audífonos, como espuma viscoelástica o cuero, para bloquear físicamente el ruido externo. Aunque la cancelación de ruido puede ser más efectiva para sonidos de baja frecuencia, el aislamiento de ruido es versátil y puede funcionar para todo tipo de frecuencias.
“Un buen ANC silenciará todo el ruido ambiental”
Los expertos señalan que la cancelación activa de ruido (ANC) es especialmente eficaz para filtrar ruidos constantes y monótonos que se encuentran por debajo de los 1000 Hz, como el zumbido de un avión o el motor del metro. Sin embargo, advierten que los sonidos repentinos, de alta frecuencia o que cambian rápidamente seguirán siendo audibles. Por ejemplo, es importante tener en cuenta que la capacidad para escuchar el timbre de un teléfono cercano no indica necesariamente que la función de cancelación de ruido de tus audífonos no esté funcionando correctamente.
“Hay que “quemar” los audífonos antes de usarlos para un mejor rendimiento”
El mito del “quemado” de audífonos sugiere que para mejorar su rendimiento es necesario exponerlos a largas sesiones de ruido rosa u otros sonidos fuertes. La idea es bastante directa: los materiales de los audífonos perderán su rigidez a medida que se sometan a fuerzas repetidas y calor sostenido. Se supone que esa pérdida de rigidez hace que sea más fácil para el elemento del altavoz moverse más rápido, lo que resulta en un mejor rendimiento. Sin embargo, este concepto carece de evidencia sólida.
Los expertos de SoundGuys afirman que, si bien los controladores y carcasas de tus audífonos perderán rigidez con el tiempo, eso no causará un cambio audible en el rendimiento medido de los audífonos, al menos, no para mejor. Según ellos, este es un proceso largo y, aun así, la diferencia es en gran parte imperceptible. Por lo tanto, realizar un «quemado» de unos días es una práctica completamente inútil en términos de mejora del rendimiento auditivo.
“Cuanto más amplio sea el rango de frecuencia, mejor será el sonido”
La creencia popular dicta que entre más amplio sea el rango de frecuencia, mejor será la calidad del sonido en los audífonos. Sin embargo, este enfoque puede ser engañoso. Aunque las empresas de audífonos suelen resaltar la amplitud de su rango de frecuencia como un indicador de calidad, la verdad es que el oído humano tiene un rango auditivo limitado, comprendido entre los 20 Hz y los 20 kHz. Cualquier frecuencia fuera de este rango es inaudible para nosotros, lo que significa que rangos exageradamente amplios, como 5 a 33,000 Hz, no necesariamente mejoran la experiencia auditiva.
Aunque mucha gente piensa que mientras más amplio sea el rango de frecuencia de los audífonos, mejor será el sonido, esto no siempre es cierto. Un experto llamado Sean Sullivan dice que lo más importante no es la amplitud del rango de frecuencia, sino la cantidad de energía que los audífonos producen dentro del rango que podemos escuchar. Esta esencia se encuentra entre los 100 Hz y los 10 kHz, que son las frecuencias a las que nuestros oídos son más sensibles. En resumen, en lugar de fijarse en números grandes de rango de frecuencia, es mejor fijarse en la potencia que los audífonos entregan dentro del rango que podemos oír para tener una mejor experiencia de sonido.
“Los conectores bañados en oro hacen que tus audífonos suenen mejor”
La idea de que los conectores bañados en oro mejoran la calidad del sonido de los audífonos ha sido objeto de bastante publicidad. Sin embargo, según Reliance Digital, esta creencia carece de fundamentos sólidos.
Aunque el oro se ha promocionado como un material que mejora la calidad de audio, la cantidad de oro en los conectores es mínima y no afecta significativamente cómo se escucha la música. Si bien puede ayudar a prevenir la oxidación, incluso en este aspecto, su efectividad se ve limitada por el desgaste causado por el uso diario. En resumen, la idea de que los conectores bañados en oro son superiores en términos de rendimiento de audio no está respaldada por evidencia sólida.