La península Antártica ha sido una de las zonas más afectadas debido al calentamiento de la Tierra durante la segunda mitad del siglo XX.
Se cree que uno de los principales responsables del derretimiento de la capa de hielo ha sido la emisión de gases de efecto invernadero, que provienen de distintas actividades humanas.
Esto ha disparado el calentamiento de la atmósfera y los océanos, que ha tenido como consecuencia el derretimiento del hielo.
También se cree que las variaciones atmosféricas, las corrientes oceánicas y los patrones de viento han contribuido a acelerar este fenómeno.
Ahora, un equipo internacional de investigadores intenta comprender de qué forma las fluctuaciones de estos factores climáticos afecta el calentamiento de la Antártida.
¿En qué consiste el hallazgo?
Anteriormente se había estudiado la relación entre la dinámica de los vientos sobre el océano Austral y la variabilidad climática en los océanos tropicales.
Se descubrió que el calentamiento de estas regiones genera ondas atmosféricas llamadas “trenes de ondas de Rossby”, desde los trópicos hasta la región antártica, lo que provoca el calentamiento de la región de la Antártida Occidental.
El equipo estudió los cambios climáticos en el mar de Tasmania, situado entre Australia y Nueva Zelanda, y el océano Austral, y estableció correlaciones con las variaciones de temperatura en la península Antártica.
La investigación demostró que incluso sin un calentamiento inusual en los trópicos, solo el calentamiento en el mar de Tasmania modifica los patrones de viento sobre el océano Austral y “obliga” a las ondas de Rossby a adentrarse todavía más en el mar de Amundsen, una zona de baja presión situada al oeste de la península.
Este mayor componente de presión provoca vientos más fríos hacia los polos. La corriente de viento serpenteante se desplaza hacia la península Antártica, lo que provoca el calentamiento de esta región.
Los investigadores también pudieron demostrar que este efecto es más importante durante los meses de invierno, cuando los ciclones son más activos.
“Hemos demostrado que los episodios invernales cálidos en el mar de Tasmania influyen en las anomalías de temperatura cálida sobre regiones clave de la Antártida Occidental, incluida la península Antártica, a través de un desplazamiento hacia el polo de las trayectorias de los ciclones del Pacífico Sur”, explica el estudio.