Steve Jobs y Bill Gates: dos genios de la tecnología que marcaron el rumbo de la informática moderna. A pesar de su rivalidad, sus caminos se cruzaron en más de una ocasión, y aunque Jobs no era precisamente el tipo de persona que daba consejos gratuitos, hubo ciertas “recomendaciones” que, directa o indirectamente, le hizo a Gates. Aquí te contamos tres de ellas.
1. Cuidar más el diseño y la experiencia del usuario
Si algo distinguió a Apple desde sus inicios fue su obsesión por el diseño y la experiencia del usuario. Steve Jobs creía que los productos no solo debían ser funcionales, sino también bellos y agradables de usar. Microsoft, por otro lado, siempre se enfocó más en la funcionalidad, dejando en segundo plano la estética y la usabilidad.
En una entrevista de 1996 para el documental Triumph of the Nerds, Jobs fue tajante sobre su opinión de Microsoft: “El único problema con Microsoft es que no tienen gusto. No es que lo diga en un sentido pequeño, lo digo en grande. No tienen ideas originales y no incorporan cultura en sus productos”. Básicamente, le estaba sugiriendo a Gates que debía preocuparse más por el diseño y la identidad visual de sus productos.
Décadas más tarde, Gates reconoció esta diferencia. En una entrevista reciente con The Independent, admitió que Jobs tenía una capacidad única para combinar marketing y diseño, algo que él mismo envidiaba. Incluso contó que, en tono de broma, Jobs le dijo: “Deberías haber probado LSD, así quizá habrías tenido más gusto en el diseño de tus productos”. Gates respondió con humor: “Me tocó el lote equivocado. Me tocó el lote de la programación, y a él, el de diseño y marketing”.
2. Innovar en lugar de copiar
Uno de los momentos más tensos entre Apple y Microsoft se dio con el lanzamiento de Windows 1.0 en 1985. Jobs estaba convencido de que Microsoft había copiado la interfaz gráfica del Macintosh. En una reunión acalorada, Jobs acusó a Gates de robar sus ideas, a lo que este le respondió fríamente: “Bueno, Steve, creo que hay más de una forma de ver esto. Creo que es más como si ambos tuviéramos un vecino rico llamado Xerox, y yo entré en su casa para robar el televisor y descubrí que tú ya lo habías robado”.
Más allá de la respuesta ingeniosa de Gates, la realidad es que Microsoft se benefició del trabajo que Apple había hecho con la interfaz gráfica. Jobs, con su comentario, le estaba diciendo que no bastaba con tomar ideas de otros, sino que debía innovar y crear algo realmente original. Aunque con el tiempo Microsoft logró desarrollar su propio camino, durante años arrastró la reputación de ser una empresa que copiaba más que innovaba.
Décadas después, en su biografía de 2011, Jobs fue aún más duro al hablar de Gates: “Bill es básicamente poco imaginativo y nunca ha inventado nada, por eso creo que ahora está más cómodo en la filantropía que en la tecnología. Se limita a copiar descaradamente las ideas de otros”.
3. Enfocarse en dispositivos móviles
Cuando Apple lanzó el iPhone en 2007, cambió para siempre la industria de la tecnología. Microsoft, en cambio, no supo reaccionar a tiempo. Gates ha reconocido que uno de sus mayores errores fue no haber dominado el mercado de los sistemas operativos móviles, dejando que Android se convirtiera en la alternativa principal a iOS.
Si bien Jobs nunca le dijo directamente a Gates que debía apostar más fuerte por los dispositivos móviles, el éxito del iPhone fue una lección clara. Microsoft intentó competir con Windows Phone, pero cuando lo hizo, ya era demasiado tarde. En una entrevista, Gates lamentó su falta de visión en este aspecto, afirmando que ese error le costó a Microsoft cientos de miles de millones de dólares.
Steve Jobs y Bill Gates: una relación de respeto y competencia
A pesar de sus diferencias y sus constantes enfrentamientos, Steve Jobs y Bill Gates se admiraban mutuamente. Gates reconoció la genialidad de Jobs para crear productos irresistibles y revolucionar industrias enteras, mientras que Jobs, aunque rara vez lo admitía en público, respetaba la capacidad de Gates para los negocios y su dominio del software.
Al final, más allá de las recomendaciones, críticas y bromas mordaces, ambos dejaron su huella en la historia de la tecnología. Y aunque Jobs ya no está, su legado sigue vivo, incluso en las decisiones que Microsoft ha tomado en los últimos años.