En el ámbito de la innovación tecnológica, no todos los productos logran captar la atención del público ni cumplir con las expectativas del mercado. La década de 2010 estuvo marcada por avances impresionantes y éxitos rotundos, pero también por fracasos notables que, pese a su potencial inicial, no lograron consolidarse, incluso de gigantes de la industria como Google y Microsoft. En este artículo, reunimos cinco productos tecnológicos que fracasaron en la década de 2010, aquellos que prometieron revolucionar sus respectivos campos, pero terminaron en el olvido.
Coolest Cooler
La Coolest Cooler prometía ser la nevera portátil más avanzada del mercado, equipada con una licuadora, parlantes Bluetooth y cargadores USB. A pesar de una campaña de Kickstarter exitosa en 2014, la empresa Coolest se encontró con problemas de producción y distribución, lo que llevó a retrasos y a la insatisfacción de los patrocinadores, quienes pagaron 200 dólares por el producto en su momento. El proyecto finalmente no cumplió con las expectativas, y muchos patrocinadores nunca recibieron sus productos. De más de 62,600 patrocinadores, aproximadamente 20,000 se quedaron con las ganas de obtener su innovadora nevera.
Google Glass
Las gafas inteligentes de Google, conocidas como Google Glass, fueron uno de los lanzamientos más esperados de la década, prometiendo una experiencia de realidad aumentada revolucionaria. Se trataba de un dispositivo que proyectaba una pantalla de visualización frontal óptica que podías usar con gafas o sin ellas, permitiendo que todos los datos que normalmente verías en un teléfono flotaran frente a tus ojos. Después de vender un prototipo por 1,500 dólares en 2013, Glass se lanzó al público general al año siguiente. Sin embargo, las limitaciones técnicas, el precio elevado, la corta duración de la batería y las preocupaciones sobre la privacidad condenaron a estas llamativas gafas de alta tecnología, y para 2015, la primera generación de Glass ya no estaba a la venta.
Google+
La rivalidad entre Google y Facebook se intensificó con el lanzamiento de Google Buzz en 2010, una plataforma de redes sociales diseñada para usuarios de Android y iOS. Sin embargo, Google discontinuó Buzz en octubre de 2011 para enfocarse en Google+. A pesar de sus esfuerzos por integrar esta nueva red social en servicios populares como Blogger, Gmail y YouTube, Google+ nunca logró captar una audiencia significativa. El fracaso se agravó cuando se descubrió que un fallo en la plataforma había expuesto 500,000 perfiles a principios de 2018. Posteriormente, otro error aceleró el cierre del servicio, adelantando la fecha de agosto de 2019 a abril del mismo año.
Vine
Vine surgió como un éxito instantáneo cuando fue fundado en junio de 2012. Cuatro meses después, Twitter adquirió la plataforma, lanzándola oficialmente en enero de 2013. Vine limitaba los videos compartidos a solo 6 segundos, lo que desafiaba a los creadores a ser excepcionalmente creativos. Sin embargo, Twitter no logró encontrar un modelo rentable para el servicio y lo cerró en 2016. En un intento de resurgir, el cofundador de Vine, Dom Hoffman, lanzó Byte en 2020, pero enfrentó una competencia feroz contra titanes del video corto como TikTok e Instagram, haciendo difícil destacarse nuevamente.
Windows 8 y sus variantes
Microsoft atravesó varios altibajos en su trayectoria con sistemas operativos a lo largo de la década de 2010. Tras el éxito de Windows 7, el lanzamiento de Windows 8 en 2012 resultó desastroso. Los cambios radicales, como los mosaicos y la orientación hacia dispositivos móviles, provocaron la indignación de los usuarios. Con Windows 8.1, Microsoft retrocedió en muchos de estos aspectos para recuperar la familiaridad de Windows 7. Luego, el lanzamiento de Windows 10 como una actualización gratuita fue recibido con entusiasmo tanto por los detractores como por los seguidores de Windows 8, marcando un retorno exitoso a la interfaz y funcionalidades más apreciadas por los usuarios.
Windows RT representó otro tropiezo para Microsoft, siendo una versión limitada de Windows 8 diseñada para dispositivos móviles con chips de menor potencia. Restringida a ejecutar solo aplicaciones de la Tienda Windows, esta decisión no fue bien recibida por los usuarios tradicionales de PC. Afortunadamente, con la reorientación de la línea Surface hacia el sector de gama alta, Microsoft abandonó el sistema operativo RT de bajo rendimiento, alineándose mejor con las expectativas del mercado.
Otro fracaso notable fue la incursión de Microsoft en el mercado de los sistemas operativos móviles con Windows Phone 7, Phone 8 y Windows 10 Mobile. A pesar de intentos repetidos, nunca logró captar suficiente interés del público para competir con los líderes del mercado. Microsoft finalmente puso fin a sus esfuerzos en el ámbito móvil a finales de 2018, marcando el cierre definitivo de una era de experimentación.