De acuerdo con un nuevo estudio, el cráneo de un cazador-recolector que vivió en Europa hace más de 5,000 años contiene los rastros más antiguos conocidos de la bacteria que causa la peste.
Según los investigadores, este hallazgo podría aportar algunas pistas importantes sobre los orígenes y la evolución de esta enfermedad que ha sido responsable de algunas de las peores epidemias de toda la historia.
El equipo internacional de científicos descubrió la variante más antigua de la Yersinia pestis en los restos óseos de un cazador enterrado hace 5,000 años en la actual Letonia, en el yacimiento de Rinnukalns.
Si bien se trata de una mutación menos infecciosa y letal que la de la Edad Media, los investigadores piensan que causó la muerte del hombre debido a la cantidad de bacterias que han arrojado los análisis de su ADN.
El cadáver corresponde a un individuo de entre 20 y 30 años al que se ha denominado RV2039. Los investigadores no solo descubrieron que la bacteria de la peste estaba presente en sus restos, sino que, al compararla con otras variantes prehistóricas, se dieron cuenta de que era la más antigua de todas.
“Lo más sorprendente es que hemos podido retrasar 2,000 años la aparición de la Y. Pestis en relación con lo que sugerían varios estudios publicados anteriormente”, destaca Ben Krause-Kyora, director del Laboratorio aDNA de la Universidad de Kiel y uno de los autores de la investigación.
Los científicos también creen que analizar el desarrollo de la peste podría ayudar a comprender la evolución de las sociedades en Europa y Asia, de ahí la importancia de este hallazgo.