Basta una búsqueda en Google de imágenes de Steve Jobs para notar que el afamado cofundador de Apple se vestía siempre igual. Otra búsqueda que invariablemente termina autocompletándose con la pregunta del millón: ¿por qué Steve Jobs se vestía siempre igual?
Lo cierto es que Steve Jobs no es el único que personificó tan peculiar estilo. Antes lo hizo Albert Einstein y actualmente el máximo exponente de siempre vestir igual es Mark Zuckerberg, a quien suele vérsele con una camiseta gris y jeans. Las mujeres también hacen gala de este estilo. Sheryl Sandberg, por años directora de Operaciones de Facebook, solía utilizar vestidos unicolor, casi siempre negros o grises. ¿Por qué los grandes tomadores de decisiones suelen vestir igual? La psicología lo explica desde un término conocido como fatiga de la decisión.
El término fue acuñado por el psicólogo social Roy F. Baumeister. A grandes rasgos, señala que la toma de decisiones genera un gasto energético mental. Nuestras decisiones, dicen los expertos, suelen dividirse en aquellas automatizadas y las que exigen cierto tipo de control. Son estas últimas las que consumen más energía. Esto explica por qué un oficinista puede terminar físicamente fatigado al final del día aun cuando su trabajo fue estrictamente mental.
Se estima que las personas tomamos alrededor de 35,000 decisiones al día o unas 2,000 por cada hora en la que estamos despiertos.
Cada tomador de decisiones tendrá su explicación propia a por qué prefieren vestir igual o con un estilo muy similar en su día a día, pero la explicación más consistente es que elegir qué ropa ponerse les parece una decisión banal en una vida cargada de decisiones cruciales.
Mark Zuckerberg lo explicó así: “Quiero tener mi mente despejada y para eso debo tomar la menor cantidad de decisiones posibles, excepto en cómo puedo mejorar la comunidad de Facebook”, dijo en 2014 durante su primera sesión pública de preguntas y respuestas. “Siento que no estoy haciendo mi trabajo si gasto algo de energía en decisiones absurdas o frívolas sobre mi vida”, agregó.
Tú también sufres fatiga de la decisión
Todos hemos llegado a casa cansados después de un arduo día de trabajo. Encendemos la televisión con ganas de relajarnos, abrimos Netflix o alguna otra aplicación de streaming y acabamos revisando varias opciones del catálogo para al final no ver nada. Esta es una muestra banal de que también sufrimos fatiga de la decisión, aún cuando no seamos los CEO de alguna empresa internacional.
Las principales plataformas de streaming, que compiten por tu atención, han buscado formas de ahorrarnos esa fatiga de la decisión para que al final no terminemos no viendo nada y saliendo de la app para hacer lo que quizá debimos desde un principio: no más pantallas. Ahora todo se ha resuelto “con algoritmos” que entienden qué nos gusta y qué no. Yo he sido un sujeto fácil de descifrar y por eso todo mi Prime Video está lleno de Dragon Ball.