Un duro revés está sufriendo la compañía de Elon Musk, Neuralink, en sus intenciones de realizar implantes cerebrales en humanos.
Aparentemente, la FDA le negó la autorización a la compañía BCI en 2022 para realizar ensayos en humanos utilizando los mismos dispositivos que mataron a todos esos cerdos, es decir, a causa de; matanza de cerdos.
«Las principales preocupaciones de seguridad de la agencia involucraron la batería de litio del dispositivo; la posibilidad de que los pequeños cables del implante migren a otras áreas del cerebro; y preguntas sobre si y cómo se puede quitar el dispositivo sin dañar el tejido cerebral», dijeron a Reuters empleados actuales y anteriores de Neuralink.
Las preocupaciones de la FDA con respecto al sistema de batería y sus nuevas capacidades de carga transdérmica giran en torno a las posibilidades de falla del dispositivo. Según Reuters, la agencia está buscando garantías de que es «muy poco probable que la batería falle» porque si lo hace, la descarga de corriente eléctrica o energía térmica de un paquete roto podría freír el tejido circundante.
La FDA también está muy preocupada por los posibles problemas en caso de que el dispositivo deba retirarse al por mayor, ya sea para reemplazo o actualizaciones, debido al tamaño minúsculo de los cables eléctricos que se extienden hacia la materia gris del paciente. Esos cables son tan pequeños y delicados que corren el riesgo de romperse durante la extracción (o incluso durante el uso regular) y luego migrar a otras partes del cerebro donde podrían alojarse en algo importante.