Pero Lego no se limita solamente a construir juguetes. En su novena Conferencia de ideas, educadores y creadores se dedicaron a compartir sus ideas sobre cómo revolucionar la educación.
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La conferencia de este año tuvo lugar del 11 al 13 de abril en la casa matriz de la empresa, en Billund, Dinamarca.
Conferencistas de todo el mundo, principalmente de fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro asistieron y vieron de cerca la increíble casa matriz, donde pudieron apreciar obras de Lego y escuchar conferencistas, mientras jugaban con los coloridos ladrillos.
Durante los primeros años, la reunión era un simple evento interno de la empresa pero poco a poco fue creciendo y a esta última conferencia asistieron 300 personas por invitación exclusiva.
La fundación Lego otorga cada año un premio de $100,000 dólares al conferencista que “haya hecho una contribución sobresaliente a la vida de los niños y sea campeón de aprendizaje a través del juego”.
Este año el premio fue otorgado al finlandés Pasi Sahlberg, un profesor adjunto de la Escuela de Educación de Posgrados en Harvard, por haber mejorado la calidad de la educación para niños alrededor del mundo.
La presentación de Sahlberg fue una de las más memorables de la conferencia, en la cual explica los resultados de su investigación, los cuales muestran que los niños aprenden mejor mediante el juego y su curiosidad natural.
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Según Forbes, la empresa incrementó sus ingresos en un 25.2% el año pasado, al haber registrado $5.44 billones de dólares en ganancias durante el 2015.
Los Legos temáticos que venden hoy día han resucitado la nostalgia de muchas personas que jugaron con ellos cuando estaban jóvenes y que hoy día pueden compartir con sus hijos y hacer divertidas creaciones.
En el 2014, lanzaron la película de Lego que fue un éxito en taquillas, al haber recaudado $468.1 millones de dólares
