Los rollos del mar Muerto constituyen uno de los pergaminos más famosos e incluyen la versión más antigua conocida de la Biblia.
Son manuscritos que, en su mayoría, están en hebreo, arameo y griego, y se estima que datan aproximadamente del siglo III a.C.
Durante varias décadas han fascinado a los investigadores, en especial por el misterio detrás de quién o quiénes estaban a cargo de su escritura.
Ahora, gracias a la tecnología se conoce parte del enigma de su elaboración: mediante un análisis con inteligencia artificial (IA), los investigadores demostraron por primera vez que los manuscritos fueron confeccionados por al menos dos escribas.
Estas pruebas se realizaron en el texto más largo, conocido como el Gran Rollo de Isaías. En él, los investigadores descubrieron que probablemente dos personas de identidades desconocidas habían copiado las palabras con una letra casi idéntica.
¿Cómo lo descubrieron?
Mediante varias técnicas de reconocimiento de patrones y de inteligencia artificial, la investigación mostró cambios en la escritura a partir de la mitad del manuscrito.
“Ahora podemos confirmarlo con un análisis cuantitativo de la escritura y con sólidos análisis estadísticos”, explica Mladen Popovic, de la Universidad de Groninga.
“En lugar de basar el juicio en pruebas más o menos impresionistas, con la ayuda inteligente de la computadora podemos demostrar que la separación es estadísticamente significativa”.
Los investigadores esperan ahora que esta innovadora técnica utilizada sirva para estudiar otros textos antiguos.
“Esto es muy emocionante, porque abre una nueva ventana al mundo antiguo que puede revelar conexiones mucho más intrincadas entre los escribas que produjeron los pergaminos”.