Una de las escenas cumbres de Jurassic Park muestra el momento del nacimiento de un velociraptor en el parque de atracciones, ante la atenta mirada del creador del mismo, el multimillonario filántropo John Hammond.
Lo cierto es que una de las creencias fundamentales de la película es que el ADN de los dinosaurios se podía conservar en ámbar, resina u otros materiales biológicos, tras la picada de un mosquito a estos seres prehistóricos, lo que eventualmente ayudaría a conservar y reconstruir la cadena genética para traerlos de regreso a la vida.
Por eso llamó tanto la atención el reciente hallazgo de los fósiles de dinosaurios con pico de pato bebé (Hypacrosaurus stebingeri), que han arrojado rastros de proteínas, cromosomas y marcadores químicos de ADN, según una nueva investigación publicada en National Science Review.
Pero la emoción no duraría mucho, ya que un comunicado de prensa publicado por Science China Press demuestra que un grupo de científicos, dirigidos por Alida Bailleul de la Academia de Ciencias de China en Beijing, no hallaron precisamente ADN de dinosaurio, sino materiales químicamente consistentes con la presencia de rastros genéticos.
En específico, se vieron presuntas células de cartílago unidas entre sí a través de un puente intercelular de manera consistente con la división celular. También se identificó una mancha oscura que recuerda a un núcleo celular, junto con estructuras alargadas que se supone que son «morfológicamente consistentes» con los cromosomas.
Luego, se hicieron pruebas con las células de cartílago, en la que se aislaron y se expusieron a dos manchas de ADN: DAPI (4 ‘, 6-diamidino-2-fenilindol) y PI (yoduro de propidio). DAPI y PI pueden unirse a fragmentos de ADN y, en este caso, realizaron esta unión de una manera que se ve en las células modernas, lo que sugiere que el «material nuclear sobrevivió a la fosilización» de este dinosaurio.
La paleontóloga Mary Schweitzer de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, manifestó a Gizmodo, que los resultados muestran esta composición química en los materiales de ADN descubiertas en el dinosaurio pico de pato bebé.
«Presentamos múltiples líneas de evidencia para sugerir que los restos de células y tejidos originales permanecen en regiones del cráneo de este bebé dinosaurio. Una línea de evidencia es que cuando manchamos estas estructuras similares a células con ciertas manchas, se iluminan en el mismo patrón que las células modernas que contienen ADN». Por lo tanto, podemos decir que tenemos evidencia de la presencia de material que es químicamente consistente con el ADN dentro de estas estructuras similares a los condrocitos», explicó.
Tras estos experimentos, los investigadores concluyen que estos condrocitos, que son la matriz del cartílago encontrado y que contienen algunas muestras de ADN, no pueden determinar por sí solos que se trate de material genético del dinosaurio, ya que para eso se necesitaría analizar la secuencia completa, lo que es imposible dado la edad del fósil, que tiene unos 75 millones de años.
Evan Saitta, investigador del Centro de Investigación Integrativa del Museo de Historia Natural Field en Chicago, también se refirió a este descubrimiento: «No solo otros estudios no han podido proporcionar evidencia que corrobore estas moléculas, sino que se sabe que el hueso atrae activamente a las comunidades microbianas cuyo material orgánico puede confundirse con el original…muchos de estos materiales orgánicos supuestamente milagrosamente preservados están mal identificados bajo microscopía. Tenemos una tendencia a ver patrones en datos no modelados».
La conclusión final de Saitta es demoledora: «Si las películas de Jurassic World se hubieran adherido más a la ciencia, tal vez no serían tan horribles de ver. Del mismo modo, como científicos, no podemos llegar a un punto en el futuro donde nuestros trabajos de investigación estén motivados por Hollywood».