Una extraña y raro pariente de la jirafa actual fue descubierto en China. Con el nombre científico de Discokeryx xiezhi, vivió hace 17 millones de años atrás y tenía el cuello corto y una capa protectora (como un casco) en el cráneo.
Justamente esa coraza le habría servido para proteger su territorio y tener batallas a cabezazos con sus rivales.
El escudo óseo en forma de disco en la parte superior de su cráneo, cubierto de una capa protectora de queratina, el mismo tipo de tejido que se encuentra en los cuernos de las cabezas como toros y carneros. El disco duro se parecía a una especie de casco en cuclillas que se sentaba sobre la cabeza del animal, informaron los científicos en un nuevo análisis de varios fósiles de D. xiezhi, publicado el 2 de junio en la revista Science.
Robert Simmons, investigador asociado honorario del Instituto FitzPatrick de Ornitología Africana de la Universidad de Ciudad del Cabo, se refirió a las características de esta jirafa prehistórica y sus luchas sobre todo por sexo.
«[Los investigadores] han proporcionado evidencia inequívoca de que el fósil de Discokeryx está bellamente adaptado a intensos choques de cabeza», sostiene.
Basándose en los tamaños de todos los fósiles, el equipo cree que D. xiezhi era casi tan alto como una oveja moderna y tenía un cuello de longitud similar a otros mamíferos terrestres de tamaño comparable. Y basándose en el análisis de los huesos y dientes fosilizados, el equipo determinó que este animal robusto y extinto, aunque relacionado con las imponentes jirafas de hoy, no es un antepasado directo de las jirafas vivas.