En la Biblia, Goliat es descrito como un gigante capaz de “dejar con la boca abierta” a alguien que estuviera parado en frente de él.
Sin embargo, aquella declaración pudo no haber sido del todo precisa, sino más bien una metáfora. De hecho, una investigación reciente señala que el guerrero filisteo no era un gigante, sino “sólo un tipo alto”.
Jeffrey Chadwick es arqueólogo del Centro de Arqueología y Estudios del Cercano Oriente de la Universidad Brigham Young. En una nota de Live Science ha revelado algunos aspectos de su investigación en torno a Goliat y la figura creada en torno a él.
De acuerdo con antiguos escritos, él pudo haber alcanzado una altura superior a los tres metros. Sin embargo, según el investigador esto no sería certero y todo se trataría de un asunto de métrica.
De hecho, la verdadera estatura de Goliat pudo haber sido de 1.99 metros, es decir, una persona alta, pero en ningún caso, un “gigante”.
«No estamos tratando de hacer una declaración sobre la veracidad de la historia. La cuestión es la métrica», dijo, «¿de dónde viene, dónde podría haber sido obtenida?», señaló el profesional.
Una posible explicación
Según las mediciones antiguas, la altura de Goliat era de “cuatro codos y un tramo”. Sin embargo, esta idea podría constituir una metáfora, ya que los escritores bíblicos pudieron haber obtenido la altura basándose en el ancho de la muralla norte inferior de la ciudad de Gath, considerada la capital por los filisteos.
Entonces, a modo de metáfora, se solía decir que Goliat era tan fuerte como los muros de Gath.
«Esa métrica se habría conservado a lo largo de muchos siglos, y habría familiarizado a los israelitas con la comparación de los muros», agrega el investigador.
Un relevante trabajo que nos invita a pensar bien la próxima vez que queramos usar la expresión «David contra Goliat».