El término “latinx” –que se pronuncia “latin ex”– está causando un debate en la comunidad latina de Estados Unidos que, de hecho, es el grupo de mayor crecimiento poblacional en el país. A algunos les agrada, a otros no, y hay personas que ni siquiera saben lo que significa.
Lo cierto es que “latinx” es un concepto reciente que busca nombrar a la comunidad latina de manera más incluyente, esto porque el género gramatical en castellano puede que no sea representativo para las personas que no se identifican como hombre (latino) o como mujer (latina). Por esa razón, “latinx” se usa como una opción de género neutro para referirse a las personas de ascendencia latina en inglés.
El problema es que la nueva etiqueta ha sido ampliamente rechazada por la comunidad. Además, algunos congresistas, la organización latina de derechos civiles más antigua de Estados Unidos y algunas páginas editoriales de periódicos han marcado su postura en contra del término “latinx” en las últimas semanas.
Solo 2 por ciento de la comunidad se identifica como latinx, 68 por ciento lo hace como hispana o hispano y otro 21 por ciento se reconoce como latino o latina, según una encuesta de Bendixen & Amandi International citada por Telemundo.
Para algunas personas el nuevo término se trata de una imposición, y no quieren asumir una etiqueta que proviene en gran medida de círculos académicos y de redes sociales. Incluso es considerada como una “falta de respeto”. De hecho, 40 por ciento de los entrevistados respondió que el término “latinx” le parece ofensivo.
“Nos han llamado de muchas formas, como indocumentados, cargas públicas… y ahora quieren agregar otra definición. Se me hace que es una falta de respeto”, dijo una persona entrevistada por Telemundo sobre esta polémica.
El consultor político Alex O. Díaz, que trabaja en el estado de Nevada, dijo que el término en parte no se ha popularizado debido a que las comunidades de clase trabajadora de origen latino están más preocupadas por temas cotidianos, como su trabajo o la salud, que por la etiqueta que pueden usar para autonombrarse.
Además, 30 por ciento de los entrevistados comentó que no apoyaría a un candidato que use la palabra “latinx”, por lo que algunos expertos comunicacionales recomiendan no utilizarla en campañas políticas.
Asimismo, Rubén Gallego, congresista demócrata por Arizona y encargado de campañas para el Caucus Hispano del Congreso, y Domingo García, presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, han instruido a su personal que no utilicen el término en las comunicaciones oficiales.
Las comunidades de clase trabajadora de origen latino están más preocupadas por temas cotidianos, como su trabajo o la salud, que por la etiqueta que pueden usar para autodescribirse
Pero, por otro lado, están las personas que defienden el término, como Paola Ramos, autora del libro Findind Latinx. Paola expone que existe una variedad de latinos en Estados Unidos: indígenas, afrolatinos, mexicanos, cubanos, miembros de la comunidad LGBTQ+, liberales y conservadores. “Eso es lo que significa ser latinx en este país”, asegura, por lo que usar este término pretende englobar a toda la comunidad, independientemente de las preferencias de cada quien.
Esta palabra surgió en Estados Unidos después de que intentos como “latino/a” u otras alternativas como “latin@” tampoco consiguieran popularidad. La idea era encontrar un término con el cual pudieran describirse también las personas no binarias, transgénero y de otras identidades que no estuvieran de acuerdo con ser llamadas latinos, ya que ese plural destaca solo el género masculino.
A pesar de los detractores, el término “latinx” sí ha ganado terreno entre algunos millennials e integrantes de la Generación Z, además de académicos, activistas y personas de la comunidad LGBTQ+, incluso ha sido usado por empresas y asociaciones atléticas universitarias de las comunidades hispanas.