Poco a poco nos hemos ido acostumbrados a la idea del Internet de las cosas, entendido como la comunicación M2M (máquina con máquina), y que hace posible que diversos aparatos interconectados puedan comunicarse unos con otros.
¿Pero qué sucede cuando nos movemos ya en la siguiente generación de dispositivos inteligentes? Y no hablamos aquí ya sólo de controlar el termostato de nuestra casa con el iPhone, o encender nuestro carro a distancia, sino de implantes biónicos que se comuniquen de forma inalámbrica a nuestro cuerpo con —por ejemplo— nuestro SmartWatch?
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Este paso evolutivo es lo que están trabajando los investigadores de la Universidad de Washington. Y creen haber llegado ya a algunas respuestas.
“Nuestro objetivo es proporcionar conectividad para millones de dispositivos”, a dicho a Digital Trends (Inglés) Shyam Gollakota, profesor asistente en el Departamento de Ciencias de la Computación e Ingeniería de la Universidad de Washington. “Y estos dispositivos irán más allá de los límites de lo que actualmente consideramos ‘conectividad’.
Por ejemplo, vas a tener unos lentes de contacto ‘conectados’, capaces de rastrear el nivel de azúcar en tu sangre, y enviar después esa información a tu teléfono inteligente para que así puedas realizar tu seguimiento, y obtener un diagnóstico en tiempo real. También existe la posibilidad de implantes cerebrales, en los cuales los investigadores han estado invirtiendo muchísimas horas de investigación. El reto es conseguir una comunicación efectiva entre estos diferentes dispositivos. Si vas a tener lentes de contacto inteligentes, o un implante en el cerebro, tenemos que ser capaces de garantizar que la información se transmitirá de manera correcta con el mundo exterior”.
El principal problema con la comunicación —al hacer uso de estos dispositivos inteligentes de nueva generación— es su diminuto tamaño, lo cual hace que sean incapaces de enviar datos a través de un sistema Wi-Fi convencional, debido a las demanda de energía que esto conlleva. La Universidad de Washington habla entonces de la comunicación Interscatter, la cual se adhiere a las transmisiones de Bluetooth de dispositivos como tales los smartwatches, y los usa para generar señales Wi-Fi, permitiendo a la postre la comunicación efectiva entre estos implantes de nueva generación con los teléfonos inteligentes o las tabletas.
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Esta tecnología inteligente no necesita ningún hardware adicional, y utiliza 10,000 veces menos energía que los métodos convencionales.
Un documento sobre este trabajo está previsto que se presente el próximo lunes 22 de agosto en la conferencia anual de la Association for Computing Machinery’s Special Interest Group on Data Communication (SIGCOMM 2016), en Brasil.
¿Y después, qué? “Creo que vamos a empezar a ver más de estos dispositivos inteligentes conectados durante los próximos años”, concluye Gollakota. “No va a ser algo muy difundido en un primer momento, pero es algo que definitivamente vas a empezar a notar, a ver, más y más. Y ahí nuestro trabajo va a resultar muy útil”.