Una inédita coalición de nueve organizaciones climáticas y tecnológicas ha dado a conocer que está utilizando datos satelitales, inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías para rastrear emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo de forma remota.
El conglomerado se hace llamar Climate TRACE (Seguimiento de Emisiones de Carbono Atmosférico en Tiempo Real, en español) y busca conseguir datos de todos los gases de efecto invernadero globales, con cifras verificadas por terceros objetivos y disponibles de forma gratuita para el público.
A través de una plataforma, ofrece a los usuarios rastrear las emisiones de individuos, fábricas, barcos y plantas de energía.
“Estamos creando una suerte de cámara de verificación que estará distribuida masivamente por el planeta”, señaló el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, quien lidera la iniciativa.
En otras palabras —explican en el conglomerado— si un país afirma haber reducido, por ejemplo, las emisiones de una planta de energía, otros países podrán acceder de inmediato a Climate TRACE y obtener datos para verificar tal afirmación.
El problema que Climate Trace pretende resolver es tan antiguo como el desafío climático en sí mismo.
Los datos y las emisiones son recopilados por los gobiernos y autoridades locales. Por esa razón, la validez de los datos puede variar significativamente de un país a otro y de una región a otra. Esto ha creado desconfianza y desacuerdo sobre qué datos se pueden utilizar y en qué gobiernos se puede confiar para cumplir sus compromisos de reducir las emisiones.
“Actualmente, la mayoría de los países no saben de dónde proviene la mayoría de sus emisiones”, destaca Kelly Sims Gallagher, profesora de política energética y ambiental de la Escuela Fletcher de la Universidad de Tufts. “Incluso en economías avanzadas como Estados Unidos, las emisiones son estimativas en muchos sectores. Sin esta información no se pueden diseñar políticas inteligentes y efectivas para mitigar las emisiones y no se puede rastrearlas para ver si están progresando”.
Trabajo conjunto
La historia de Climate TRACE comenzó el año pasado, cuando un grupo de organizaciones sin fines de lucro, incluyendo WattTime con sede en Estados Unidos, solicitaron y ganaron una subvención de $1.7 millones de parte deGoogle.org (el brazo filantrópico de Google) para rastrear las emisiones globales de plantas de energía en tiempo real, utilizando datos satelitales y algoritmos de IA.
Actualmente, además de la fundación de Al Gore y de WattTime participan en Climate TRACE:
- Carbon Tracker: utiliza aprendizaje automático y datos satelitales para predecir la utilización de todas las plantas de energía del mundo.
- Earthrise Alliance: agrega y organiza datos ambientales disponibles públicamente para periodistas e investigadores.
- CarbonPlan: utiliza datos satelitales para rastrear los cambios en la biomasa aérea (especialmente en los bosques) y las emisiones de carbono asociadas, hasta una resolución espacial de 300 metros.
- Hudson Carbon: utiliza datos satelitales para rastrear los cambios en la cobertura agrícola, el cultivo y la labranza y compara esos datos con los sensores a nivel del suelo.
- OceanMind: utiliza sensores a bordo para rastrear el movimiento global de los barcos en tiempo real y combina esa información con las especificaciones del motor de las naves para extrapolar las emisiones de carbono.
- Rocky Mountain Institute: combina múltiples fuentes de datos para cuantificar las emisiones de metano en las infraestructuras de petróleo y gas.
- Hypervine: utiliza imágenes espectroscópicas para rastrear el uso de los vehículos y las explosiones en las canteras.
- Blue Sky Analytics: utiliza imágenes infrarrojas de los satélites para rastrear incendios.