Llegamos al punto en el que un vistazo al modelo de smartphone usado por la persona prospecto a convertirse en nuestra pareja puede decirnos si es o no un buen candidato. Y si usa iPhone, lo más probable es que sea una persona detestable.
Así lo indica un sondeo realizado por la página británica especializada en venta de celulares Compare my mobile, que encuestó a 2,000 usuarios de Android y iPhone para saber quiénes son más propensos a cometer acciones presuntamente intolerables en una pareja, pero que con seguridad a todos nos irritan.
¿Qué tanto te enfada que mire el celular mientras ven una película? ¿Qué tal revisarlo durante una conversación? ¿Y qué te produce que le tome una fotografía a su comida? Son algunas de las preguntas hechas a los usuarios, a los que también se les pidió que las clasificaran según qué tanto se molestan por dichos comportamientos.
Resultó que la acción que menos toleraron los encuestados fue que la pareja revise el móvil a la hora mirar una película o serie, y el 75 por ciento de los usuarios de iPhone dijeron hacerlo mientras que solo el 59 por ciento de los que usan Android lo señalaron. Luego está voltear a ver el celular mientras se tiene una conversación y ahí también figuran los dueños de un iPhone, con el 67 por ciento sobre un 51 por ciento de usuarios de Android.
A uno de cada dos encuestados los saca de sus casillas que los dejen en visto, pero eso es algo que los usuarios cometen casi en la misma proporción, con 41 por ciento en iPhone y 36 por ciento en Android. ¿Y el narcisismo? entendido como la imperiosa necesidad de tomarse decenas de selfies, aparece bien abajo entre las causas más repudiadas.
El sondeo también sugiere que el género juega un papel importante en la prevalencia de comportamientos odiosos. Y en este sentido hay que señalar que los hombres son más propensos a comportarse como patanes o cometer barbaridades como enviar un mensaje de texto a la hora de manejar. Clichés aparte, la vanidad parece reservada a las mujeres.
¿El sondeo es representativo? Puede que no. La muestra es pequeña; después de todo, 2,000 usuarios son como una gota en el océano de los casi 3,000 millones de usuarios de celulares. Lo que sin duda es cierto es que, así como el uso de los smartphones se ha convertido en un hábito universal, podemos apostar a que los comportamientos que nos irritan sobre su uso son los mismos aquí y en China.