En TikTok se puede encontrar de todo, desde videos graciosos hasta otros que te enseñan sobre nutrición, computación u otros idiomas. Sin embargo, también hay videos que abarcan temas sensibles, cuestionables o fuera de lo común, como los del usuario JonsBones, quien tiene más de 500,000 seguidores y 22 millones de me gusta.
JonsBones, cuyo nombre real es Jon-Pichaya Ferry, es un chico de 21 años que vende huesos del cuerpo humano, como espinas dorsales y cráneos de fetos. Vive en Nueva York y desde allí opera su negocio en línea, en el cual se pueden comprar costillas por $18 dólares y calaveras por aproximadamente $2,000 dólares.
JonsBones, la controvertida compañía y cuenta de TikTok
De acuerdo con Ferry, quien conversó con ABC News, los huesos vienen de “fuentes médicas que se utilizaron para la educación”, como organizaciones dedicadas a la investigación, museos y universidades, aunque también de gente que heredó colecciones de huesos de familiares que trabajaban en el campo médico (y que probablemente quisieron deshacerse del espeluznante patrimonio).
Quienes le compran a Ferry son desde “quiroprácticos hasta universidades y artistas”, aunque también dice que le vende huesos a equipos de búsqueda y rescate que entrenan perros para encontrar personas desaparecidas.
La idea de realizar este negocio comenzó cuando Ferry era pequeño y su padre le regaló un esqueleto de ratón. “En lugar de tomarlo de una manera oscura y espeluznante, lo miré realmente con fascinación y asombro”, dijo Ferry.
Es por eso que para él el tema de los huesos no es nada de otro mundo. Pero además de su curioso interés, lo que lo lleva a mantener su negocio es la idea de que las personas puedan aprender sobre huesos reales sin tener que ir a un museo o una escuela de medicina. De hecho, Ferry tiene sus objetivos muy claros: hacer accesible la osteología (el estudio de la anatomía ósea) y “desestigmatizar una industria estigmatizada”.
A partir de ese negocio, el coleccionista y distribuidor de huesos humanos hizo una cuenta de TikTok a comienzos de 2020, donde comparte datos sobre la anatomía humana, muestra cómo los antropólogos forenses usan los huesos en sus investigaciones y expone su colección de restos humanos.
De esa manera, comenzó a transformarse en una autoridad en cuanto a huesos. Sin embargo, Ferry no es ni antropólogo ni osteólogo forense (estudia esto último), pero su especialidad es comprar y distribuir restos humanos.
En un video Ferry admitió que muchos de los restos de su colección provienen de China, India y Rusia, y probablemente pertenecían a personas de escasos recursos, particularmente de castas inferiores. También dijo que los restos se limpiaron en India antes de que las empresas occidentales los compraran y distribuyeran a coleccionistas privados.
Por otro lado, Ferry agregó que el objetivo de su compañía es obtener lo que queda de esos restos de recolectores privados y “devolverlos” a la comunidad médica, pero los orígenes de su inventario solo sirvieron para avivar la indignación de los internautas.
@jonsbones The best way to learn is to ask questions, so let us know if you have any further ones!
El dilema ético de vender restos humanos
Si bien para algunas personas los motivos de Ferry para dedicarse a la venta de huesos reales pueden parecer razonables, para otras puede ser un tema perturbador o algo incómodo de ver al menos en TikTok, una plataforma de videos donde la gente usualmente se divierte.
Además, se ha despertado un debate general sobre lo que Ferry hace, tanto por su falta de educación en osteología como en la ética y legalidad de su negocio y la industria comercial de los huesos en general.
Es por eso que Ferry ha sido criticado tanto por otros usuarios y creadores de contenido de TikTok como por docentes. “No son piedras para coleccionar. Ten respeto”, comentó el usuario Wasianbarbi3, mientras que otros le han preguntado, por ejemplo, ¿cómo puede garantizar que los restos son “de origen ético” si no tiene cómo rastrear realmente su procedencia?
Robyn Wakefield Murphy, profesora asistente de anatomía en el New York Chiropractic College que estudia restos óseos y que en Tiktok es conocida como BonesandBotany85, dijo: “Los restos humanos nunca deben venderse. Hay formas legítimas y éticas para que las instituciones y los investigadores obtengan cuerpos humanos para la investigación, y eso es a través de programas de donación de cadáveres”.
Otra persona que se ha referido al tema es Tanya Marsh, profesora de Derecho en la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte. Ella imparte cursos sobre problemas legales relacionados con la muerte, los funerales y cementerios.
Para Marsh, vender restos humanos “no es ético porque no hay consentimiento”, y agrega que “la gente no pide ser esqueletizada antes de morir, especialmente cuando se trata de cráneos fetales”.
“No son los huesos de los miembros privilegiados de la sociedad los que se acaban vendiendo; son de las personas que son marginadas mientras están vivas, y son más deshumanizadas y marginadas durante la muerte”, sentenció Marsh.
¿Es legal vender restos humanos?
Si bien no es ético vender restos humanos, sí se puede hacer de manera legal, al menos en Estados Unidos. La ley actual permite poseer, vender o distribuir restos humanos, a menos que sean de nativos americanos; estos están protegidos por la Ley de Protección y Repatriación de Tumbas de los Nativos Americanos promulgada en 1990.
Sin embargo, a pesar de sea legal, en algunas plataformas no está permitida la venta de restos humanos, como eBay, o en las redes sociales como Facebook e Instagram. También está prohibida en algunos estados del país.
La respuesta de Ferry
Ferry mencionó que no envía los restos humanos a los estados de Tennessee, Georgia y Louisiana o fuera de Estados Unidos, donde existen limitaciones o prohibiciones relacionadas con su venta.
Por otro lado, cuando le preguntaron si creía que estaba explotando restos humanos, este respondió: “Creo que cuando se trata de osteología humana, es un tema extremadamente delicado”.
“El propósito original de estas piezas es la educación y comprensión”, dice Ferry, quien agregó en una entrevista con Mashable: “Estas piezas no son decoración, son herramientas didácticas y tienen un propósito muy importante”.
Aun así, mencionó que desconoce lo que hacen sus clientes con su compra, ya que para él la situación es similar a cuando alguien compra un medicamento recetado. “Es muy difícil para la compañía médica poder rastrear exactamente cómo el cliente o el paciente usará esa receta”, dijo Ferry.
Finalmente, y a pesar de todas las críticas, el tiktoker planea seguir utilizando la plataforma para educar a sus espectadores.
“Como soy una de las personas más visibles en la industria, entiendo por qué la gente puede dirigir sus preocupaciones hacia mí sobre partes marginales del comercio de huesos que ni siquiera yo apruebo. Doy la bienvenida al diálogo sobre la industria de los huesos y realmente creo que cuanto más hablamos de ello, más nos beneficiamos”, concluyó Ferry.