En Australia, el 95 por ciento de las búsquedas en internet se realizan a través de Google. No es un dato menor si se considera que, en estos momentos, los legisladores del país discuten un proyecto de ley que obligaría a los gigantes tecnológicos a pagar a los medios australianos por compartir su contenido.
Por supuesto, empresas como Facebook y Google se oponen a esta medida, lo que ha incentivado una polémica al interior del país oceánico.
Se estima, además, que la decisión de los legisladores australianos es seguida muy de cerca por otras regiones como Canadá y la Unión Europa, que podrían considerar una regulación similar.
¿Qué ha ocurrido?
En Australia, los reguladores se han enfocado en el dominio de la publicidad en línea de estas empresas y en el impacto que provoca en los medios de comunicación.
De acuerdo con el organismo australiano de control de la competencia, por cada cien dólares gastados en publicidad online, Google se lleva 53, Facebook 28 y el resto se reparte entre otros.
Así, y para igualar las condiciones, Australia quiere que Google y Facebook paguen por utilizar contenidos informativos caros de producir en sus búsquedas y feeds.
Tras muchas discusiones, una investigación llevada a cabo por el Senado emitió un informe sobre el proyecto este viernes 12, en el que recomienda que las medidas se conviertan en ley con pequeños ajustes.
Esta legislación, pionera en el planeta, sería discutida por el Parlamento de Australia a partir de la próxima semana.
“El Gobierno espera que todas las partes continúen trabajando de manera constructiva para llegar a acuerdos comerciales”, señaló el tesorero federal Josh Frydenberg en un comunicado tras el informe del Senado.
Australia afirma que la industria de medios local ha perdido ingresos por publicidad a manos de los gigantes tecnológicos y considera que se le debería pagar de manera justa por ese contenido.
Por su parte, tanto Google como Facebook han advertido que estas propuestas podrían significar el fin de algunos de sus productos más populares. De hecho, Google incluso respondió con su propia plataforma, News Showcase.
Mientras que Tim Berners-Lee, considerado el inventor de la World Wide Web, es más alarmista y asegura que “si este precedente se siguiera en otros lugares, podría hacer inviable la web en todo el mundo”.