Un informe de Quartz ha proyectado el crecimiento sostenido que tendrá Apple Pay en los próximos años. Según el estudio, el servicio financiero de los de Cupertino podría llegar al 10% de participación mundial en el sistema crediticio, que hoy dominan entidades físicas como Mastercard o Visa.
El reporte fue hecho por analistas de la firma Bernstein:
«Apple Pay representa aproximadamente el 5% de las transacciones de tarjetas globales y está en camino de manejar 1 de cada 10 pagos de este tipo para 2025, según los datos de tendencias recientes compilados. De hecho, hay muchas razones para preocuparse de que Apple pueda intentar alterar el ecosistema de pagos», sostienen.
Una de las ventajas que tendría Apple Pay, junto con otros competidores como Paypal, es que aventajan al mundo físico en la comodidad de las transacciones.
«La aplicación está preinstalada en iPhones, y Apple tiene un control estricto sobre la tecnología NFC del dispositivo que se utiliza para pagos sin contacto. Es por eso que Apple Pay es la única billetera móvil para iPhone que puede realizar transacciones con NFC. (Alipay y WeChat Pay, las aplicaciones de pago chinas enormemente populares, usan códigos QR. Los códigos ópticos se leen a través de la cámara de un teléfono y Apple no los controla)», manifiestan.
Además, esta apuesta es personalmente importante para el CEO de la compañía, Tim Cook, quien ha decidido orientar su estrategia a los servicios más que a los dispositivos, por eso en 2019 apostó en grande por Apple TV y Arcade, además de la consolidación de Pay.
Por ahora esta unidad de negocio representa para los de Cupertino un ingreso solo en 2019 de $12.9 mil millones de dólares.
Sin embargo, para Apple Pay será difícil competir por ahora con otros grandes de los pagos crediticios en formato físico y que también están experimentando en el mundo digital, como Mastercard y VISA.
Según el reporte citado por Quartz, ambos actores «procesan más de $14 billones de pagos cada año y siguen creciendo a medida que se realizan más transacciones en línea, fluyen a través de aplicaciones y los consumidores en muchas partes del mundo usan el efectivo con menos frecuencia».