El tradicional Black Friday de Estados Unidos podría convertirse en un problema para Amazon, ya que un grupo de trabajadores de la empresa está en campaña para llevar a cabo una gran huelga en varios países.
El movimiento se llama Make Amazon Pay (“Que Amazon pague”) y lo firman “trabajadores y activistas separados por razones geográficas pero unidos para que Amazon pague sueldos justos e impuestos correspondientes”.
Los trabajadores alegan que, durante la pandemia, Amazon se convirtió en una compañía valuada en billones de dólares y su fundador Jeff Bezos es “la primera persona en tener una fortuna personal de $200,000 millones de dólares”. Eso no es aceptable frente a los problemas de sus empleados, muchos de los cuales arriesgan su salud y no reciben un pago acorde al trabajo que realizan.
“Como todas las grandes corporaciones”, continúa la petición de Make Amazon Pay, “el éxito de Amazon sería imposible sin las instituciones públicas que los ciudadanos construyeron en conjunto durante varias generaciones”.
Las demandas de los trabajadores son diversas. La primera tiene que ver con mejorar el trabajo en general, no solo con un aumento de sueldo sino también con la suspensión del sistema de vigilancia que se utiliza para aumentar la productividad de los empleados.
En tanto, otras solicitudes buscan que se respeten los derechos universales de los trabajadores, que haya mayor seguridad laboral, que se comprometan a reducir sus emisiones de carbono a cero, que terminen con sus prácticas monopólicas, que finalicen los contratos con fuerzas policiales y que se garantice la transparencia respecto a los datos de los usuarios.
No está claro todavía si esta huelga masiva se materializará durante el fin de semana del Black Friday, pero desde Amazon aseguran que varios puntos de la solicitud ya se han cumplido y que, pese a no ser una empresa perfecta, se toman muy en serio el rol y el impacto que tienen en la sociedad.