La policía holandesa, en colaboración con la Agencia Nacional de Coordinación de Contraterrorismo holandesa (NCTb), comenzaron a entrenar águilas capaces de interceptar drones que vuelan en zonas restringidas y que puedan generar incidentes de seguridad o ser usados por delincuentes o terroristas.
El novedoso método fue revelado el pasado domingo en un programa radial de la emisora NOS, que dio detalles del proyecto experimental y que aprovecha de la capacidad de las águilas de cazar en pleno vuelo.
Relacionado: Google utilizaría drones para servicio de internet 5G
«El pájaro ve el zumbido como presa y se lo lleva a un lugar seguro, un lugar donde no hay otras aves o personas», dijo Marc Wiebes, el director de innovación de la Unidad Nacional de la Policía Holandesa.
«Todo el mundo puede hacerse con un avión no tripulado, y eso incluye a las personas que quieren hacer mal uso de ellos para atacar con bombas, gases tóxicos u otras armas biológicas que podrían poner en peligro a muchas personas”.
“Hay situaciones en las que los drones no pueden volar … casi siempre relacionados con la seguridad», continuó diciendo Wiebes, “pero han ocurrido casos en el que una ambulancia aérea no puede aterrizar porque alguien por ahí está volando un avión no tripulado”.
«También han ocurrido situaciones que alguien decide tomar hermosas fotos de un evento y vuela un avión no tripulado por encima de la multitud. Si ese avión cae del cielo, puede ser peligroso para la gente de abajo”.
“Por eso decidimos probar con aves de rapiña que por su fuerza y velocidad pueden interceptar fácilmente el drone», añadió.
Las aves son entrenadas por la empresa “Guard from Above” que aseguran que las hélices de los drones no constituyen ningún peligro para los animales.
La policía dijo que continuarán las pruebas unos pocos meses más antes de tomar la decisión final de utilizar las águilas en tiempo completo.