Un nuevo producto podría ser la solución para esos ciclistas que se niegan a usar un casco protector porque creen que es incómodo, poco estético, o porque simplemente no quieren que se les arruine el peinado. Con el nombre de «Hövding», esta innovación de seguridad ha sido descrita como una bolsa de aire para ciclistas, y algunos lo llaman «el casco invisible«.
Aunque visualmente parecería estar más relacionada a una bufanda que a un casco, los sensores incorporados en el aparato detectan inmediatamente si el ciclista tuvo un accidente, lo que provoca que una bolsa de aire se expanda rápidamente alrededor de la cabeza, protegiéndolo así del impacto y sus posibles consecuencias.
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Con más de seis años en la fabricación, oímos por primera vez sobre este protector de cabeza inflable poco después de que sus creadores suecos lo pusieran a la venta en el 2013. Pero recientemente, científicos en Stanford decidieron ponerlo a prueba y compararlo con la protección que ofrece un casco tradicional, que generalmente está hecho de espuma de poliestireno.
El bioingeniero David Camarillo, especialista en conmociones cerebrales, lidera al equipo encargado de llevar a cabo las pruebas. Para esto, sujetaron el Hövding inflado a la cabeza de un maniquí y lo dejaron caer desde varias alturas y desde ángulos diferentes sobre una plataforma de metal. Los resultados fueron impresionantes.
Los científicos encontraron que este producto reduce la aceleración seis veces más en comparación con un casco regular, reduciendo en gran medida las posibilidades de una lesión seria. Se cree que el tamaño y suavidad de la bolsa de aire son los principales factores que explican la disminución de la aceleración.
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Pero no todo es tan seguro como parece. De acuerdo a Mehmet Kurt, uno de los miembros del equipo de Camarillo, estos resultados están asociados a una bolsa completamente inflada, así que es importante definir la velocidad de efectividad, es decir, cuán rápido se inflaría en diferentes tipos de accidentes.
«Como nuestro trabajo demuestra, aunque los cascos de colchón de aire tienen el potencial de reducir los niveles de aceleración que se experimenta durante un accidente de bicicleta, también sugiere que la presión inicial de la bolsa de aire es crítica en la reducción de estos niveles de aceleración» –explicó Kurt.
El «Hövding» es sin duda una interesante innovación, sin embargo, podría no ser ideal para todas las situaciones. Por ejemplo, si mientras manejas tu bicicleta te golpeas con algún objeto colgante, o se presenta inesperadamente algún otro obstáculo donde el impacto sería demasiado rápido para desplegar la bolsa.
El Hövding viene en diferentes colores y estilos pero no está disponible aún en los EE.UU., aunque ya se vende en Europa por €300 euros (unos $335 dólares). Por ahora, Camarillo y su equipo todavía van a llevar a cabo más pruebas antes de recomendarlo oficialmente, a pesar de que parecen estar impresionados por su potencial.
Mientras tanto, si quieres manejar tu bicicleta de una forma segura, tendrás que conformarte con un casco tradicional… aunque se te arruine el peinado.