Inteligencia artificial, procesamiento de imágenes y virología molecular mezclaron especialistas británicos para crear un dispositivo de prueba para el coronavirus, que lo detecta en 30 minutos utilizando una aplicación para teléfonos móviles.
Desarrollada por investigadores de las universidades Brunel de Londres, Lancaster y Surrey, la innovación fue originalmente probada en Filipinas para verificar si las gallinas tienen infecciones virales. Actualmente, se ha adaptado para verificar en humanos en COVID-19 y la idea es producirlo en serie.
El sistema es capaz de realizar diagnósticos en cualquier ubicación con un entrenamiento mínimo. Los investigadores creen que el dispositivo sería operado por profesionales de atención ambulatoria, enfermeras y científicos biomédicos, informó en un comunicado la Universidad de Lancaster.
La misma fuente agregó que también permitiría a las personas autoevaluarse a sí mismas y a los trabajadores de la salud a evaluar a los pacientes para ayudar a retrasar la propagación de la pandemia y aliviar la carga a las autoridades sanitarias.
«Ahora tenemos acceso a múltiples genomas (planos) del virus SARS-CoV-2, podemos desarrollar ensayos moleculares confiables en una semana y ponerlos en funcionamiento en el dispositivo en tres o cuatro semanas. Estamos seguros de que responderá bien y necesitamos rápidamente socios industriales para que se unan. Tendrá un gran impacto en la población en general», dijo el profesor de la Universidad de Brunel en Londres Wamadeva Balachandran.
El virólogo molecular Muhammad Munir de la misma casa de estudios sostuvo que “el equipo cree firmemente que, con nuestra experiencia combinada, podremos hacer que este dispositivo y su sistema asociado estén disponibles para su adopción en unas pocas semanas y dar un paso más cerca de vencer al COVID-19″.
Avaluado en 100 libras esterlinas ($120 dólares), el dispositivo fue calificado por sus creadores como “altamente rentable y fácil de usar”. Funciona tomando hisopos nasales o de garganta, que se colocan en el dispositivo. Luego de 30 minutos, puede determinar si alguien se ha contagiado. Las muestras no necesitan ir a un laboratorio y el mismo dispositivo puede analizar a seis personas a la vez a un costo de alrededor de cuatro libras (poco menos de $5 dólares) por persona.
De acuerdo con la Universidad de Lancaster, el equipo también está trabajando para agregar una funcionalidad de telemedicina a la aplicación móvil que pueda controlar el dispositivo, rastrear el movimiento del usuario con permiso del gobierno y contactar a cualquier persona que haya tenido una interacción cercana con la persona diagnosticada.
«Normalmente, algo como esto tendría que pasar por ensayos clínicos. Pero esta no es una situación normal. Según el modelo del Imperial College, esta pandemia podría durar 18 meses. Y los casos aumentarán en los próximos meses. Tenemos un tiempo limitado para detener la propagación del virus, por lo que algo como esto ayudará. La velocidad es esencial”, afirmó Balachandran.
La idea, concluyó la institución educacional, es tratar de hacerlo más barato que otras pruebas para que pueda usarse en todo el mundo, tanto en el hogar como en cirugías de medicina general, hospitales y lugares de trabajo. “Una vez que se identifica la infección, el sistema inteligente rastreará a todas las personas que tuvieron contacto cercano con el paciente recientemente identificado en los últimos 14 días, les alertará sobre la amenaza de tener COVID-19 y les aconsejará qué hacer a través de la aplicación de teléfono móvil”, explicó.