Con el objetivo de comprobar la efectividad de dos medicamentos antipalúdicos para el COVID-19, el Reino Unido inició ensayos con personal sanitario expuesto a pacientes con la enfermedad.
Cloroquina, hidroxicloroquina y un placebo serán las sustancias administradas durante tres meses a funcionarios del Hospital de la Universidad de Brighton y Sussex, así como a los del Hospital John Radcliffe de Oxford.
Según informó BBC, son solo los primeros de un plan de 25 lugares en el Reino Unido, considerando que la convocatoria está abierta para todos quienes hayan estado en contacto con pacientes sin haberse contagiado.
La iniciativa pretende determinar si los fármacos, efectivos para reducir la fiebre y la inflamación, así como prevenir y curar la malaria, pueden evitar que los trabajadores de la salud expuestos al virus lo contraigan. Sus resultados se esperan para finales de 2020.
“No sabemos si la cloroquina o la hidroxicloroquina son beneficiosas o perjudiciales contra el COVID-19″, reconoció el profesor de la Universidad de Oxford Nicholas White, uno de los líderes del estudio.
Para el experto, “un ensayo controlado aleatorio, en el cual ni el participante ni los investigadores saben quién recibió el medicamento o un placebo, es la mejor manera de averiguarlo”.
Su colega Martin Llewelyn, de la Universidad de Brighton y Sussex, cree que la masiva prueba puede ser “increíblemente valiosa» de descubrirse que la cloroquina y la hidroxicloroquina son capaces de reducir las probabilidades de infectarse.
Según planteó el académico a BBC, «una vacuna ampliamente disponible, segura y efectiva puede estar muy lejos».
“La hidroxicloroquina regula la respuesta inmune del cuerpo y también se usa en el tratamiento de la artritis reumatoide y el lupus, una enfermedad inflamatoria causada por un sistema inmunitario hiperactivo”, destacó el mismo medio.
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos pidió a la ciudadanía no consumir este tipo de medicamentos por cuenta propia, llamado que desobedeció el presidente Donald Trump.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la automedicación podía ser peligrosa, dado que puede causar peligrosas arritmias cardíacas.
BBC señaló que la prueba en el Reino Unido se enmarca en un ensayo mundial del que se espera participen unos 40,000 trabajadores de la salud de Europa, África, Asia y América del Sur.