Israel ha tenido que imponer de nuevo el uso de mascarillas en dos localidades cercanas a Tel-Aviv luego de que se registraran rebrotes en dos escuelas.
Esta situación ha causado preocupación porque Israel es el país con mayor número de vacunados en el mundo. De hecho, las autoridades habían levantado varias medidas sanitarias cuando la propagación del COVID-19 parecía más controlada.
Sin embargo, expertos en salud del país explicaron a la prensa israelí que estos breves aumentos son “completamente esperados” y que todavía no es el momento de levantar una “bandera roja”.
Se cree también que la variante Delta, antes conocida como variante india, podría ser la causa de al menos algunos de estos casos confirmados.
Estos brotes se detectaron en dos escuelas. En Binyamina, 45 estudiantes dieron positivo por COVID-19 y se identificaron alrededor de 15 nuevos casos en Modiin. Entre las personas infectadas, un tercio estaban vacunadas.
Haim Bibas, alcalde de Modiin, le pidió a los directores de los establecimientos que decretaran la obligatoriedad en el uso de mascarillas, además de sugerirle a los padres que evitaran ingresar a las escuelas.
“Debemos hacer todo lo posible para evitar una nueva epidemia”, expresó la autoridad.
Para Eyal Leshem, director del Centro de Medicina del Viaje y Enfermedades Tropicales del Centro Médico Sheba, en Tel Hashomer, estos últimos brotes nos indican cómo podría ser el futuro.
“Las personas que no están vacunadas pueden infectarse y las personas que están completamente vacunadas pueden infectarse, pero estarán protegidas de enfermedades graves”, añadió el experto.