Una prometedora prueba en cerdos tuvo una vacuna contra el COVID-19 desarrollada en Inglaterra por científicos del Instituto Jenner, en el que participan la Universidad de Oxford y el Instituto de Salud Animal del Reino Unido.
Coimpulsado por la propia universidad y el Instituto Pirbright, el ensayo determinó que dos dosis del antídoto denominado ChAdOx1 nCoV-19 (AZD1222) producen una mayor respuesta de anticuerpos que una.
Se trata de una vacuna contra el adenovirus del chimpancé que contiene la misma proteína espiga del SARS-CoV-2, explicaron desde el Pirbright.
“Los ensayos clínicos de fase 1 en humanos con una dosis ya comenzaron después de una investigación que demostró que los macacos estaban protegidos contra la enfermedad pulmonar después de una única inmunización”, agregó la institución a través de un comunicado de prensa.
A la luz de los últimos resultados, ahora se están reclutando voluntarios para la próxima fase de prueba, por lo que se espera producir una “vacuna eficaz” a finales de 2020.
“Los estudios llevados a cabo en Pirbright fueron diseñados para establecer si dos dosis de la nueva vacuna en cerdos (cebado y refuerzo) podrían provocar una respuesta inmune aún mayor y, por lo tanto, quizá una fórmula más eficaz para desarrollar una respuesta protectora”, explicó.
Tras aplicarle dos dosis a los cerdos, los investigadores vieron un marcado aumento en los anticuerpos neutralizantes, que se unen al virus de una manera que bloquea la infección.
Para el Instituto Pirbright, “este hallazgo en los cerdos es importante”, dado que ha encontrado un “beneficio clínico” tangible.
Según el director del organismo, Bryan Charleston, si bien los resultados “parecen alentadores”, lo importante es certificar la respuesta en humanos.
“El cerdo ha demostrado ser un modelo valioso para probar vacunas humanas para otras enfermedades y dar una indicación del tipo de respuesta inmune inducida y probar diferentes dosis. Los cerdos son fisiológicamente más similares a los humanos que otros animales, como en su peso corporal y su tasa metabólica, y son más accesibles que los estudios que utilizan primates», explicó el profesor.